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Inglaterra asusta, Alemania impone

La anfitriona confirma su etiqueta de favorita con una fase de grupos perfecta. Alemania también llega a cuartos con pleno de triunfos y la puerta a cero, superando un grupo más complicado. Bélgica hace historia con su primera clasificación para las eliminatorias.

Beth Mead marcó el primer gol del torneo y ya lleva cinco con una Inglaterra imparable. (Franck Fife | AFP)

Con la última jornada en el Grupo D que concluyó el lunes por la noche, la fase de grupos de la Eurocopa. A partir de mañana y hasta el sábado, los ocho mejores equipos del continente disputarán los cuartos de final.

No han dejado demasiadas sorpresas los once primeros días de competición. Inglaterra confirma su etiqueta de favorita, con pleno de victorias, récord de goles, su puerta a cero, un fútbol vibrante y una Beth Mead en estado de gracia. Claro que su grupo tampoco era el más complicado, lo que siempre origina alguna incógnita ahora que los duelos son a vida o muerte y con grandes equipos enfrente.

Junto a la anfitriona, Alemania ha sido la gran selección de esta primera fase. También cuenta sus partidos por victorias, igualmente mantiene inmaculada su portería y por el lado goleador tampoco puede quejarse pese a que Lea Schuller se ha perdido dos de los tres encuentros tras dar positivo por covid. La Alemania de Martina Voss vuelve a ser el equipo competitivo que brilla por momentos pero que, sobre todo, se ve capaz de superar a cualquiera con la competitividad que le ha caracterizado históricamente. Y en el que el gran trabajo de Dabritz y Oberdorf en el centro del campo ha minimizado las ausencias de Leopolz y Marozsàn.

Con las inglesas se ha clasificado la Austria de Irene Fuhrmann. Ya lo hizo hace cinco años en su primera Eurocopa pero esta selección lo ha conseguido con un fútbol más atractivo. La disciplina defensiva también es la base sobre la que trabaja ahora pero el autobús que le permitió alcanzar las semifinales de la pasada Eurocopa sin haber perdido un solo partido –superó los cuartos y perdió las semifinales desde el punto de penalti– se marchó con Dominik Thalhammer. Las centroeuropeas aguantaron en su debut ante Inglaterra para caer por la mínima, cumplieron ante Irlanda del Norte y superaron merecidamente a la decepcionante Noruega, que vuelve a marcharse en la fase de grupos y dejando la sensación de que su entrenador, muy discutido en su país, ha sido incapaz de exprimir todo el jugo que pueden ofrecer futbolistas de la talla de Graham Hansen, Hegerberg –que vuelve a marcharse sin marcar– o Reiten. Poco más de lo que ha hecho se le puede pedir a Irlanda del Norte, que ya cumplió con sus expectativas clasificándose por primera vez para el torneo con un grupo que apenas cuenta con una futbolista profesional. La peor noticia para ellas fue la lesión de Nicole Magill, que se rompió el cruzado en la primera jornada.

Como Noruega, también ha hecho las maletas la Dinamarca de Pernille Harder, finalista de la pasada edición pero que ha pagado el pato de un grupo muy complicado en el que los billetes han sido para Alemania y una España a la que le sigue faltando chispa arriba. Las rojigualdas han acusado la baja de Jenni Hermoso, que ni siquiera viajó a Inglaterra, y de Alexia Putellas, que se rompió el cruzado a tres días del debut de su equipo. Y tampoco parece que las alternativas que ha manejado su entrenador, que no ha dado un solo minuto a una goleadora como Amaiur Sarriegi, hayan contribuído a hacer olvidar mínimamente a sus jugadoras más determinantes en ataque. Pero ha cumplido con su primer objetivo y ahora tendrá que demostrar si es capaz de dar un paso más, nada menos que contra Inglaterra. Ante semejantes rivales, poco ha podido hacer la Finlandia de Saani Franssi, que al menos tuvo un momento de alegría con el gol que le puso por delante en el marcador frente a España.

La noruega Engen se lamenta en el césped mientras las futbolistas austriacas celebran su histórico billete a cuartos. Georg Hochmuth/AFP

Más complicado de lo que se esperaba lo han tenido Suecia y Países Bajos en el Grupo C frente a las muy peleonas Suiza y Portugal aunque han acabado por cumplir los pronósticos. De forma muy diferente. Las suecas se han mostrado como el equipo hecho y fiable que se conocía aunque les ha faltado cierta fluidez en el juego que, por ejemplo, les impidió sentenciar en un primer tiempo de absoluta superioridad a Países Bajos, que lo aprovechó para empatar tras el descanso, y les obligó a echar el resto para imponerse a una Suiza que ha vendido muy cara su eliminación. Que se lo pregunten a la campeona, que se lo jugaba en la última jornada y sólo en los últimos diez minutos de partido superó realmente a las helvéticas. Con Suecia lo pasó mal y su victoria frente a Portugal –con titularidad, por la baja de Groenen, de Damaris Egurrola, que además marcó el primer gol y se llevó el premio a la MVP del partido– tampoco fue sencilla: las lusas neutralizaron una desventaja de dos goles y siguieron aprentando incluso tras el gol definitivo de Van de Donk. Tampoco hay que olvidar, en cualquier caso, la mala suerte que ha tenido el equipo de Mark Parsons en esta primera fase: Van Veenendaal se lesionó en el primer partido y tuvo que volver a casa, Nouwen también acabó lesionada ese choque y se perdió el segundo, Groenen se ha perdido uno por covid y Miedema, por el mismo motivo, sólo pudo participar en el primer encuentro ante Suecia.

Del Grupo D llegan a cuartos Francia y Bélgica. Un logro histórico para el equipo de Yves Serneels, que en su única participación anterior en el torneo, en 2017, se marchó a casa en la fase de grupos. Ese disgusto se lo han llevado esta vez una Islandia anodina y una Italia que se une a Noruega y Dinamarca en el grupo de decepciones. Arrollado por Francia en la primera jornada y muy irregular frente a Islandia y Bélgica, el equipo de Milena Bertolini ha estado muy lejos del que tanto gustó en el Mundial de Francia. Se va con un punto y la imagen de una escuadra sin un estilo definido. Y al que le pasó mucha factura el espectáculo que dio en su primer partido una Francia que ha ido de más a menos, quizá, en buena medida, por la entidad de los rivales que se ha ido encontrando y porque llegó a la última jornada con el primer puesto asegurado. El disgusto lo ha dado Marie-Antoinette Katoto, que en el partido frente al Bélgica se rompía el cruzado. La buena noticia para Corinne Diacre es que, pese a la notable ausencia de la pitxitxi gala, tiene suficiente dinamita arriba como para llegar muy alto. Habrá que ver si esta vez es capaz de romper su techo de cuartos. Lo intentará nada menos que contra Países Bajos.

Laura Giuliani ve cómo entra en su portería uno de los cinco goles que le hizo Francia a Italia. Franck Fife/AFP

La primera fase se salda también con varios nombres propios. El de Beth Mead, indudablemente, que encabeza la tabla de goleadoras con cinco dianas. Además, se ha convertido en la primera futbolista que marca en los tres partidos de la fase de grupos. Junto a Alex Popp, suplente en la primera jornada, titular en las dos posteriores por la baja de Schuller y que también ha marcado a sus tres rivales. Grace Geyoro también debutó con un hat-trick frente a Italia y, en el lado contrario, la guardameta de Bélgica Nicky Evrard ha detenido dos penaltis. Tampoco ha estado mal Daphe Van Domselaar. Entró, sin apenas calentar, en el encuentro frente a Suecia por la lesión de Van Veenendaal y ha firmado tres muy buenas actuaciones, sobre todo en el último partido frente a Portugal, en el que fue una de las grandes artífices de la victoria y consiguiente clasificación de Países Bajos.

La afición también ha reclamado su protagonismo porque, tal y como se intuía, esta Eurocopa bate récords. Antes incluso de que concluyera la fase de grupos se había superado la marca de espectadores del total del torneo, que marcaba la Eurocopa anterior con 240.000. Ya son 369.265 los que han visto los 24 partidos de la fase de grupos. Además, el choque inaugural entre Inglaterra y Old Trafford batió el récord histórico en un partido de la competición, alcanzando los 68.871 espectadores. Una cifra que también se superará en la final de Wembley.

El torneo no se disputa esta vez en su país pero los aficionados holandeses siguien destacando por su número y por su colorido. Oli Scarff/AFP

No faltará el ambiente en la grada ni la emoción en el césped esta semana, cuando se disputan los cuartos de final, en el que se percibe como choque estelar el Francia – Países Bajos del próximo sábado.

Cuartos de final
Inglaterra – España (miércoles, Community Stadium de Brighton)
Alemania – Austria (jueves, Brentford Community Stadium)
Suecia – Bélgica (viernes, Wigan&Leigh)
Francia – Países Bajos (sábado, Rotherham)