Zozobra en más de un transatlántico el día D de esta Champions con inédito sistema

Algunos de los históricos clubes europeos no han sabido digerir el nuevo formato de la Champions y se han dejado los deberes para la última jornada, con todo el riesgo que ello conlleva. Manchester City, PSG, Real Madrid, Bayern o Juventus –todos ellos fuera de los puestos que dan la clasificación directa para octavos– son algunos de los transatlánticos que necesitan corregir su irregular rumbo en un último golpe de timón.

El más acuciado, el bloque dirigido por Pep Guardiola. Irreconocibles en su paupérrimo rendimiento, los citizens necesitan vencer sí o sí al Brujas para meterse, al menos, en la fase eliminatoria que medirá desde el octavo al vigesimocuarto equipo clasificado. Un premio menor si tenemos en cuenta presupuesto y plantel, pero ahora mismo de obligado cumplimiento para no ser el hazmerreír continental.

No mucho más desahogado está el PSG, que visitará el estadio del Stuttgart, en un duelo a cara de perro para no caer en una prematura eliminación. Una derrota en tierras germanas, sumada a los triunfos de City y Dinamo de Zagreb, supondría la desgracia para los pupilos de Luis Enrique, lo que acrecentaría su estadística de decepciones en la máxima competición europea de clubes.

El actual campeón tampoco está para echar cohetes. Acostumbrado a ir de menos a más, el Real Madrid ha jugado con fuego durante la fase liguera –tres derrotas frente a Lille, Milan y Liverpool– y esa discontinuidad en su juego y resultados le ha supuesto que meterse entre los ocho primeros resulte toda una quimera para los de Carlo Ancelotti. No lo tendrá fácil ante un Brest convertido en la gran sorpresa del torneo.

En similar tesitura se encuentran otros clubes con solera continental, como el Bayern y la Juventus. La escuadra bávara no debería tener problemas para golear al Slovan Bratislava –uno de los dos conjuntos que no se han estrenado en el casillero– y esperar acontecimientos, aunque la carambola sería épica. La Vecchia Signora recibe a un Benfica que se juega el ser o no ser y que no puede descuidarse si quiere disponer del factor campo a su favor en la siguiente eliminatoria.

Liderato en juego

Por la parte de arriba, Liverpool y Barcelona han demostrado ser los más regulares, una condición que les permite afrontar la última jornada sin apreturas y ya clasificados, con el liderato en juego. Si los ingleses caen en el campo del PSV –algo poco probable– y los culés superan al Atalanta en Montjuïc, intercambiarían sus posiciones.

Por detrás de ellos, nadie puede descuidarse. El Arsenal de Mikel Arteta, que lleva invicto desde principios de noviembre pasado y se asienta en el segundo puesto de la Premier, rinde visita a un desahuciado Girona. Su gran bagaje de goles a favor le permite estar virtualmente clasificado, pero mejor no tener que echar mano de la calculadora. Menos confianzas debe permitirse el Inter ante el Mónaco –exprime sus últimas opciones de entrar en el grupo de elegidos–, aunque su trayectoria casi inmaculada en Champions juega a su favor.

Atlético de Madrid y Milan tienen salidas relativamente fáciles, Salzburgo y Dinamo de Zagreb, respectivamente, para confirmar su estatus. Ambas escuadras han enderezado su singladura europea en los últimos compromisos, lo que les da un plus de autoestima. A partir de ahí, toda una pléyade de candidatos a guardar descanso durante una eliminatoria. Atalanta, Leverkusen, Aston Villa, Monaco, Feyenoord, Lille y Brest componen la avanzadilla competitiva que luchará encarnecidamente por hacerse con el suculento premio.