Rubén García, un ave fénix integrada deportiva y culturalmente en nuestro territorio

Quien más, quien menos, ya había dado por amortizado deportivamente hablando a Rubén García. Futbolista llegado a Osasuna en el mercado veraniego de 2018, su desempeño sobre el césped resultó fundamental para lograr el último ascenso rojillo y consolidar la presencia del equipo navarro durante las primeras campañas en Primera.

Además de trabajo continuo y polivalencia –dos de sus señas de identidad–, participó con una importante contribución goleadora, anotando siete dianas y aportando nueve asistencias en el ejercicio de récord en Segunda y otros ocho goles y dos asistencias en el del regreso a la máxima categoría, su mejor marca a ese nivel.

Sin embargo, tras mantener el estatus de indiscutible en los dos cursos siguientes, en la 2022-23 se iniciaron toda una pléyade de contratiempos físicos que mermaron su rendimiento y protagonismo en el equipo. Así, pasó de las 30 titularidades del ejercicio anterior a 15 y de 2.421 minutos jugados a 1.597.

La llegada como cedido de Abde, quien tuvo actuaciones decisivas para que la escuadra navarra llegase a la final copera y se clasificase para la Conference, y el desplazamiento de Chimy Ávila a la banda también contribuyeron a su menor presencia en el once inicial.

Algo que recuperó parcialmente la temporada pasada –21 titularidades en 35 partidos y 1.757 minutos disputados–, recobrando también su talento de cara al marco contrario –3 tantos–, si bien nuevas lesiones, especialmente en el tramo final liguero, pusieron en entredicho su continuidad en Iruñea, al acabar contrato el 30 de junio.

«Más vale que lo renovamos», reconocía de manera reciente el director deportivo rojillo, Braulio Vázquez, a las cámaras de televisión sobre la prórroga del compromiso con el jugador realizada en mayo pasado. Y es que el de Xàtiva ha resurgido de sus cenizas, lo que le ha permitido gozar de la confianza de Vicente Moreno.

36 encuentros jugados, 28 titularidades y 2.150 minutos confirman que el jugador valenciano está de vuelta, rescatando los números de antaño de su olfato goleador, con cuatro dianas en lo que se lleva de la actual campaña y llegando a las 44 de su carrera como profesional, la última una de las de más bella ejecución para firmar la victoria frente al Sevilla. Además, ha tomado parte en uno de cada cuatro goles que ha marcado Osasuna, aportando cinco asistencias.

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— Rubén García (@RubenGarcia14) April 24, 2025

«No sé si es el mejor. Lo dije en mi primera rueda de prensa, prometí pelear y encontrar mi mejor versión. He tenido años en los que no he estado tan bien, pero he seguido trabajando. Y ahora estoy recogiendo estos frutos. Estoy en un momento muy feliz», comentó a la finalización del choque contra los hispalenses sobre su fantástico gol..

Despedido con una enorme ovación de todo el campo en el minuto 89, su aportación puede resultar esencial para materializar la clasificación europea. «Algo puede pasar, estamos en la pomada. Vamos a confiar en nosotros», añadió.

De esa situación tan afortunada que ahora vive gran parte de culpa la tiene su personalidad. De carácter abierto y solidario, nunca ha escondido que se siente muy cómodo social y culturalmente en nuestro territorio.

Muy activo en redes sociales, no ha dudado en exponer sus excursiones montañeras para conocer la geografía navarra o sus gustos musicales, con especial cariño hacia el euskara, lengua hacia la que lanzó un guiño recientemente coincidiendo con su partido 250.

250 partidos vistiendo y sintiendo la camiseta de @Osasuna. Detrás hay cariño, respeto y gratitud por una tierra, una lengua y una cultura que, a día de hoy, siento como propias. Nunca podré devolver todo lo que esta tierra y su gente me están dando. Eskerrik asko pic.twitter.com/xgAcyWMaEv

— Rubén García (@RubenGarcia14) April 1, 2025