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India avanza en energía limpia, pero el carbón todavía domina

India ha alcanzado antes de lo previsto que las renovables supongan la mitad de su capacidad instalada, pero el carbón sigue mandando en la generación eléctrica: aporta cerca del 74% y su producción creció un 5% el último año.

(GARA)

En India, las fuentes renovables representan ahora, años antes de lo previsto, la mitad de la capacidad energética instalada, pero el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero sigue todavía dependiendo en gran medida del carbón para la generación de electricidad.

«Un hito en el camino de la transición energética de India», proclamó el ministro de Energías Renovables, Pralhad Joshi, después de que el país más poblado del mundo publicara las cifras en julio. Celebró haberlo logrado «cinco años antes» de lo previsto, en referencia al objetivo del país de hacerlo para 2030 en virtud del Acuerdo de París. Es también un paso más hacia la meta declarada de emisiones cero para el año 2027.

Sin embargo, aunque este logro del 50% es significativo, la experta en clima Avantika Goswami afirma que estos datos, que se refieren exclusivamente a la producción potencial de energía, solo cuentan una pequeña parte de la historia.

«En general, la generación real a partir de fuentes renovables sigue siendo bastante baja», explica Goswami a la agencia France Presse (AFP) desde el Centro para la Ciencia y el Medioambiente (CSE), con sede en Nueva Delhi.

La razón es clara: casi tres cuartas partes de la electricidad sigue procediendo todavía de centrales alimentadas con carbón, muy contaminantes.

La paradoja carbonífera

El reto se hace aún más evidente cuando se examina la dependencia india del carbón.

Lejos de reducir su uso, el segundo mayor consumidor mundial de este combustible fósil contaminante aumentó su producción en un 5% el año pasado, hasta alcanzar las mil millones de toneladas, según el Ministerio del Carbón indio.

El país asiático enfrenta un problema más con su capacidad de almacenamiento, que no alcanza el ritmo del auge de las fuentes renovables.

«El sector del carbón sigue siendo un contribuyente crucial a la matriz energética de India, ya que proporciona más del 74% de la electricidad del país y sustenta industrias clave como la del acero y el cemento», afirmó el Ministerio.

Por detrás de China y EEUU

Esta dependencia deja a este país del sur de Asia en una posición mundial compleja, por detrás de China y Estados Unidos en cuanto a emisiones totales de carbono.

Analistas señalan, no obstante, que, en un país con 1.400 millones de habitantes, las emisiones per cápita son solo un tercio de la media mundial, según indican las cifras oficiales.

«Si observamos las emisiones per cápita de India y los esfuerzos que está realizando, podemos decir que el país lo está haciendo bastante bien», afirmó el activista Harjeet Singh, director de la Fundación Climática Satat Sampada.

India se ha fijado el ambicioso objetivo de reducir las emisiones en un 45% para 2030. Al mismo tiempo, se prevé que sus necesidades de electricidad se dupliquen con creces para 2047, según el CSE.

Hasta ahora, la mitad de los 484,8 gigawatts (GW) de capacidad instalada en el país procede de fuentes limpias. La mayor parte de ellas proviene de la energía solar, con un total de 119 GW, el tercer nivel más alto del mundo. Sin embargo, esta energía y la eólica solo se generan de forma constante cuando las condiciones climáticas son adecuadas, y la capacidad de almacenamiento en India es de apenas 505 MWh, muy inferior a la que puede crear.

Además, la construcción de sistemas de reserva basados en baterías requiere tierras raras -esenciales para sectores como el de la defensa o el aeronáutico-, cuyo 70% del suministro mundial está controlado por China, rival y vecino con el que ha iniciado conversaciones recientes.

Una solución que están considerando las autoridades indias es la de los proyectos de almacenamiento de energía mediante bombas hidráulicas.