La movilización ha sido convocada en solidaridad con los palestinos de Cisjordania y Jerusalén. Varios testigos han afirmado que los disparos han sido efectuados por francotiradores que estaban en los puestos de control de la valla fronteriza, a una distancia de unos 400 metros del lugar en el que los palestinos estaban manifestándose. Los fallecidos tienen entre 15 y 22 años.
Por su parte, el Ejército de Israel ha argumentado que cerca de 200 palestinos han llegado a menos de 100 metros de la valla, quemando neumáticos y lanzando piedras hacia los militares, quienes «han disparado contra los principales instigadores» para «detener su avance y dispersar la revuelta», según una portavoz militar.
El líder de Hamás en Gaza, Ismail Haniyé, ha reclamado a los palestinos que refuercen sus acciones contra Israel y ha descrito los hechos como el principio de un nuevo levantamiento o Intifada. «Es viernes, es el día de la ira... Es el día que representará el inicio de la nueva intifada en toda la tierra de Palestina».