Elia Viviani sigue la pista buena

El italiano superó a Hofland y Greipel en un pelotón con todos los favoritos menos Pozzovivo, que perdió más de un minuto.

Elia Viviani logró en Génova la victoria de la segunda etapa del Giro de Italia al superar en los últimos metros a Moreno Hofland y André Greipel. Michael Matthews solo pudo ser séptimo en una llegada propicia para él en ligera subida, pero ese puesto le permitió recoger la maglia rosa que ayer vistió su compañero Simon Gerrans.

Domenico Pozzovivo, quinto de la pasada edición y líder del Ag2r, fue el principal perjudicado de la jornada al perder más de un minuto (1:09) al verse implicado en una de las caídas que se registraron en la etapa de ayer, que dejaron sin opción de disputar la victoria al sprinter del IAM Matteo Pelucchi.

La primera llegada demostró que en ausencia de Kittel, Cavendish o Bouhanni no hay un velocista que esté muy por encima de los demás, de la misma manera que tampoco se vislumbra ningún equipo capaz de mostrarse superior en la preparación del sprint.

La primera volata resultó abierta y ganó el más listo. Greipel se precipitó al lanzar la llegada desde lejos, Hofland cogió su rueda y también asumió la cabeza demasiado pronto mientras que Viviani esperó su distancia para lograr la victoria más importante de su carrera.

El italiano del Sky compagina la pista con la carretera con éxito en las dos facetas, pero hasta ayer en el World Tour solo había sido capaz de ganar en dos etapas del Tour de Pekín al aprovechar que los grandes velocistas no están en el final de temporada para viajes a China.

Buena etapa del Tinkoff

Tras cinco años en Liquigas fue fichado por el Sky esta temporada y ayer dio al equipo inglés una dosis de confianza en una carrera en la que su equipo se perfila como principal alternativa al Tinkoff de Contador.

El equipo del madrileño mandó en los kilómetros finales con siete de sus nueve corredores en la cabeza del pelotón para proteger a su líder, que de esta manera evitó el riesgo de caídas en una etapa nerviosa porque todos los corredores quieren estar bien colocados y no hay sitio para todos. Todos los vascos y los favoritos menos Pozzovivo evitaron las caídas y hoy buscarán lo mismo en una segunda etapa en la que la escapada tendrá más opciones de llegar que la formada ayer por Frapporti (Androni), Owsian (CCC), Berlato (Nippo), Zhupa (Southeast) y Lindeman (Lotto NL), que tuvo el mayor premio a su esfuerzo al pasar en cabeza el único puerto de la jornada y lograr el maillot de la montaña.

La segunda etapa de hoy presenta en su parte final un puerto de Segunda, Barbagelata, con 5,5 kilómetros a un promedio del 8% que pueden resultar suficientes para alejar a algunos sprinters y a sus gregarios, lo que puede dar muchas opciones a la fuga. Desde su cima a la meta hay 43 kilómetros, 20 de bajada. Es una etapa corta de 136 en la que se sube desde el nivel del mar a los 1.100 metros de Barbagelata y la fuga será de nivel.

«La de Hofland era una buena rueda a seguir»

Elia Viviani señalaba tras lograr su victoria en Génova que «es increíble para un italiano ganar en el Giro en mi primer año en el nuevo equipo, que afrontaba con nuevas ambiciones. He trabajado muy duro en el Tour de Romandía para llegar en las mejores condiciones al Giro y es una gran alegría para mí. Había mucha gente para disputar el sprint, pero el equipo ha trabajado duro para Richie Porte y lo he aprovechado para estar bien colocado tras una increíble ayuda de Bernhard Eisel para mí. Hofland ganó la semana pasada en Yorkshire, era una buena rueda a seguir y he esperado bien el momento para lanzar el sprint».

La de Viviani es la segunda victoria en carretera de la temporada tras la lograda en el Tour de Dubai por delante de Cavendish. Además comenzó el año con dos medallas en los Mundiales de pista al conseguir la segunda plaza en la prueba de Madison y la tercera en el omnium. Es de los pocos corredores de ruta que da la máxima importancia a la pista y eso ayer le ayudó a saber esperar su momento para lograr la victoria.

Michael Matthews no estaba del todo satisfecho con la maglia rosa, aunque tras vestirla por segundo Giro consecutivo señalaba que «el objetivo era mantener el liderato en el equipo. La etapa ha sido dura, el final era muy técnico y no he conseguido estar en disposición de luchar por la victoria». Se mostraba dispuesto a defender el maillot en la etapa de hoy, en la que puede pasar el puerto de Barbagelata, aunque recordaba que la clave está en que no llegue la fuga. GARA