Teresa Calo: «TAE es el fruto de los que nunca tiramos la toalla»

El Taller de Artes Escénicas de Donostia celebrará mañana sus veinte años de vida. Dos décadas que han estado marcadas profundamente por la falta de una ubicación definitiva que ahora recuerdan «con humor», mediante una gala y una exposición en Gazteszena.

Sarobe de Urnieta, la Casa del Guarda de Urgull, el Mercado de Frutas, Arteleku, el convento de las Agustinas, Niessen de Errenteria... en su andadura, el Taller de Artes Escénicas de Donostia (TAE) ha conocido un sinfín de ubicaciones hasta dar con la Casa de Cultura de Egia y el escenario de Gazteszena. «Cuando finalizaba cada curso, nos preguntábamos: ¿Y ahora qué? ¿Dónde iremos el curso que viene? Sobre todo los primeros años, fue un deambular de un lado para otro, pero nunca tiramos la toalla, y eso es algo que nos enorgullece». Así mostraba Teresa Calo su satisfacción por que, tras veinte años de andadura, el Taller de Artes Escénicas de Donostia siga, año tras año, formando a las actrices y actores del futuro, hecho que celebrarán con una exposición y una gala que, mañana, reunirá en Gazteszena a parte del exalumnado y profesorado del TAE.

«Queremos contar con humor todas estas vicisitudes que hemos vivido hasta ubicarnos en Gazteszena, cuando cada curso nos preguntábamos si seguiríamos. Ese sentimiento de periplo que ahora nos hace mucha gracia. Queremos que sea una gala entretenida que a la vez cuente nuestra historia», explicó Calo. Ana Pérez, también actriz y profesora del TAE, añadió que llevan tres meses preparando la gala y «ya en el primer ensayo nos hemos emocionado», al reencontrarse con viejos compañeros de la escuela.

Gala y exposición

En la gala, que se realizará en Gazteszena a partir de las 19.30 (con entrada libre, previa reserva llamando al TAE), participarán unos setenta exalumnos de la escuela, entre ellos Aitor Gabilondo, Naiara Arnedo, Aitziber Garmendia, Nagore Aranburu o Alazne Etxeberria. «Algunos, como Gorka Otxoa, no podrán estar con nosotros pero nos han mandado un vídeo. O Ainhoa Aierbe, por ejemplo, quería estar con nosotros pero a esa hora tiene un vuelo... Todos han mostrado una gran voluntad e ilusión por estar en esta gala», aseguró Calo, destacando «el cariño» con que recuerdan todos su paso por la escuela.

Por su parte, Gurutz Albisu ha sido el encargado de organizar la exposición que, bajo el título de “20 urte ez da huskeria / 20 años es mucho”, reúne en la Casa de Cultura de Egia, dividida en dos plantas, las dos décadas de historia del Taller. La tercera planta está dedicada a «los hitos más destacados» de la trayectoria del TAE y cuenta con dos audiovisuales; el primero, más divulgativo, está dedicado a explicar qué es el TAE y cómo es su funcionamiento, y en el segundo se proyectan, a modo de pase fotográfico, imágenes de estos veinte años en los que se verán reflejados el profesorado y alumnado.

La primera planta, por su parte, es el reflejo del trabajo de fin de curso de los alumnos: «Todos los años realizamos un montaje y hemos recogido todas las puestas en escena a excepción del primer curso, que no hemos podido localizar». La exposición audiovisual permanecerá abierta hasta el 30 de octubre, en horario de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00.

En la presentación de las dos iniciativas, los representantes de la escuela recordaron que el TAE partió tras el cierre, en 1995, del servicio de arte dramático y escuela teatral dependiente del Gobierno de Lakua, Antzerti.

A falta de una escuela reglada para la formación de nuevos actores, un grupo de guionistas, actores y productores vascos crearon un lugar de encuentro que, posteriormente, se convertiría en el Taller de Artes Escénicas de Donostia. «Por aquí han pasado treinta alumnos por curso, y cada año nos hemos ido adecuando a las necesidades; nuevas asignaturas, programas pedagógicos... El ubicarnos en Gazteszena hizo que, cada fin de curso, pudiéramos mostrar nuestro proceso formativo a amigos y familiares», recordó Pérez. Con Antzerti otra vez en marcha, Calo opinó que sigue habiendo un lugar para el TAE: «Por ejemplo, cuando tu objetivo no es convertirte en actor o no lo tienes claro. El teatro es trabajar la voz, conocer tu cuerpo, adquirir cultura y aprender a gestionar nuestras emociones. Es aprender a escuchar, y eso es bueno para todos». Concluyó que «haber estado y estar, en esta escuela me sigue entusiasmando. Muchas veces, cuando veo alguna serie o película, me encuentro con exalumnos y exalumnas, y eso me da fuerzas para seguir adelante».