Mantas para un glaciar

De lejos, el glaciar suizo del Ródano parece de un blanco inmaculado, pero un vistazo de cerca permite descubrir que está cubierto de mantas. El objetivo es salvar la principal atracción del glaciar, una impresionante cueva artificial excavada cada año en el hielo desde 1870. Las mantas permiten reducir el deshielo en un 70%, lo que explica su despliegue hacia lo alto del glaciar.

«Se me parte el corazón al ver cómo se encoge el glaciar, al verlo cubierto de mantas, al ver esta batalla infructuosa para salvar una montaña que se muere», declara a AFP Pierre Guignard, residente en Lausana de 76 años. Hay que bajar 1,4 kilómetros para encontrar el cartel que señala el punto al que llegaba en 1856.

En un día de calor, el glaciar del Ródano pierde entre 10 y 12 centímetros de espesor, señala David Volken, glaciólogo del Ministerio de Medioambiente suizo. «Al final del siglo solo quedará un 10% del volumen actual», alerta.

«Es simbólico de lo que ocurre en los Alpes», explica el glaciólogo de Friburgo Matthias Huss. Estudios muestran que estas montañas han visto desaparecer dos tercios de sus hielos permanentes desde 1850.