DEC. 26 2015 CRÍTICA «The Snow Queen» El cuento de Andersen en la versión previa a «Frozen» Mikel INSAUSTI La revalorización internacional de la que está siendo objeto la película rusa de animación “Snezhnaya koroleva” (2012) tiene su razón de ser, porque esta adaptación del cuento de Hans Christian Andersen “La reina de las nieves” se adelantó a “Frozen” (2013), la millonaria versión Disney ganadora de dos premios Óscar. Pero compararlas sería un grave error, y siempre saldría perjudicada la producción europea que costó siete ajustados millones de euros, y de la que ya se ha estrenado en su país de origen una segunda parte, realizada en el 2014 por Aleksey Tsitsilin. Para los despistados que reivindican la versión rusa frente a la de Hollywood, apelando a la tradición de la animación de la época soviética, conviene aclararles que el productor de “Snezhnaya koroleva” y su continuación no es otro que el kazajo Timur Bekmambetov, conocido por ser el mayor occidentalizador de la historia del cine ruso. Aunque dio el salto internacional desde Rusia con la película de género “Guardianes de la noche” (2004), ya rodó antes en inglés “Gladiatrix” (2001) y “Escape from Afghanistan” (2002), acabando en los Estados Undios donde ha hecho la cinta de acción “Wanted” (2008) y la fantástica “Abraham Lincoln: Cazador de vampiros” (2012). Por supuesto que tanto a la rusa como a la norteamericana se le pueden buscar influencias del cine de Eisenstein, en todo lo concerniente a la ambientación del castillo de la reina en el Polo Norte y sus sobrecogedores interiores helados, pero nada más lógico tratándose de un maestro de influencia universal. Sin embargo, si uno se fija en el diseño de los personajes, que son muy infantiles, se aprecia una intención caricaturesca o cómica directamente sacada de la franquicia “Ice Age”. La comadreja que tiene como mascota Gerda, la niña protagonista, se parece a la famosa ardilla. Y el alce, el troll, los piratas o las brujas también son así.