JAN. 24 2016 Combustible sfósiles gara, donostia En estado de emergencia económica La República Bolivariana no es la única que está siendo vapuleada por el mercado petrolero, pero sí es la que primero ha puesto el grito en el cielo. Caracas lleva tiempo insistiendo a sus socios de la OPEP y a potencias mundiales como Rusia y China para implementar medidas consensuadas que frenen la sangría financiera. El presidente Nicolás Maduro ha volado más de una vez de una punta a otra del planeta para defender esa posición; hasta el momento, sin éxito. Declarar oficialmente el «estado de emergencia económica» no puede entenderse como una maniobra política del chavismo para enfriar el éxito electoral de la oposición. El «califato» también exporta Aunque resulte difícil de explicar para quienes teóricamente lo combaten por todos los medios, el Estado Islámico no solo tiene asegurado el suministro de petróleo en las zonas que controla en Siria e Irak, sino que además exporta a través del contrabando una pequeña parte de lo que se recoge allí. Algunos medios han calculado que el ISIS controla el 60% de la producción de Siria y un 10% de la de Irak, y que bombea entre 40.000 y 70.000 barriles al día. El oro negro del Delta del Níger no se utiliza para acabar con la desigualdad Este gran país –con más de 170 millones de habitantes, ocupa el séptimo lugar en el ránking mundial– tiene una gran dependencia de su producción de petróleo y gas, agravada porque la parte del león de este negocio está en manos de empresas extranjeras y porque la desigualdad económica llega a proporciones abismales. A esto se une la gran inestabilidad político-militar, especialmente en el Delta del Níger, la región petrolífera que ha sido, y no deja de ser, un complicado escenario bélico. Tras la amnistía acordada en 2009, muchos exguerrilleros del Movimiento para la Emancipación del Delta (MEND) se convirtieron en vigilantes de los campos petrolíferos. Las multinacionales, que no Washington, tienen motivos para preocuparse Por el momento, en Estados Unidos preocupan más las pérdidas de beneficios de las multinacionales petroleras que el impacto de los precios bajos del crudo en las arcas federales. Además, las reservas estatales de petróleo y gas también se benefician de esta situación, porque cuesta menos abastecerse en el exterior, por lo que los vaivenes bursátiles no tienen mayor impacto fuera del “juego” del mercado de valores. Esta semana, el Instituto Americano del Petróleo (API), la principal asociación de corporaciones petroleras de EEUU, anunció una nueva subida de las reservas, tanto de crudo como de productos destilados, lo que implica que no se vislumbra una presión sostenida al alza sobre los precios pese a que se producirá algún que otro repunte ocasional. El rublo se queda sin gas y el Kremlin enciende todas las alarmas Pese a sus grandes reservas de gas natural (la mayor del mundo), de carbón (la segunda) y de petróleo (la octava), Rusia camina por el filo de la recesión en un precario equilibrio. La depreciación del rublo frente a dólar y euro, muy ligada al desplome de los precios energéticos, ha alcanzado un nuevo récord histórico esta semana. El Kremlin, que ya anunció importantes «tijeretazos» al inicio del año, ha dado la voz de alarma pero tiene que buscar planes más imaginativos que recurrir a su banco central. Una alimentación energética que tiene al carbón como primer plato El gigante asiático –al igual que EEUU, India, Australia y Sudáfrica– continúa otorgando un papel relevante al carbón, tanto en lo relativo a su extracción como a su consumo. En el caso chino, es el suministro principal de su menú energético. Actualmente extrae casi la mitad de la producción mundial de este mineral. No obstante, el papel de China también es crucial en la evolución del mercado del petróleo, ya que la ralentización de su crecimiento económico se aduce como una de las principales causas de la caída de los precios. Irán regresa con fuerza al mercado en una coyuntura marcada por la sobreoferta Desbloqueado el conflicto sobre su programa nuclear, dentro de unos días el petróleo y el gas persas volverán a fluir sin restricciones en el mercado internacional. Teherán ha anunciado que está dispuesto a insuflar otros 500.000 barriles de crudo diarios, contribuyendo a la caída de los precios. El contencioso diplomático entre Irán y Arabia Saudí no parece afectar a su relación de «socios» en la OPEP.