JAN. 25 2016 La muerte de tres lobos en Karrantza aviva la campaña por su protección en la CAV La muerte de tres lobos en Karrantza, en una batida autorizada por la Diputación vizcaina, ha avivado las críticas de los ecologistas, que insisten en la necesidad de proteger en la CAV a esta especie amenazada. A.G. bilbo A final de mes, colectivos ecologistas pretenden dar por finalizada la campaña de recogida de firmas en la que se solicita al Ejecutivo de Lakua la inclusión del lobo en el Catálogo Vasco de Especies Protegidas. Tienen más de 47.600 apoyos y su intención es entrevistarse con el lehendakari para darle a conocer su reivindicación y mostrar también su malestar con el Departamento de Medio Ambiente que en verano de 2015 evitó responder a otra iniciativa en esta línea. En ese contexto, la Diputación vizcaina informó el sábado de que había autorizado una cacería en Karrantza en la que se abatió a tres lobos después de varios ataques contra explotaciones ganaderas del valle. En esas incursiones, según informó la institución foral, se habían producido la muerte de tres reses y veinte ovejas, además de heridas a otra veintena de cabezas de ganado ovino, «con el consiguiente perjuicio para los propietarios de estos animales. La batida, añadió, había respetado «escrupulosamente el criterio marcado por la Diputación de Bizkaia de mantener el equilibrio entre la protección de la cabaña ganadera y la gestión de una especie no cinegética». Grupo Lobo Euskadi denunció «la hipocresía de los responsables forales al hablar de equilibrio y gestión cuando lo que se pretendía era eliminar a todos los lobos que había en Karrantza», ya que explicó que no se había establecido «ningún cupo de captura» en la batida, «lo que desmiente claramente que se buscara ese equilibrio del que hablan». Para este colectivo, la muerte de estos tres lobos, unido al que cazaron en 2014, «probablamente suponga que han sido exterminados todos los ejemplares del único grupo que habitaba en Euskadi». Asimismo, critican que la Diputación que preside Unai Rementeria no tenga un plan de gestión del lobo y su respuesta sea el exterminio.