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Correscales anima a marchar a relevos contra la precariedad

Partirá de Bilbo el 18 de febrero y completará 800 kilómetros para llegar a Barcelona el día 22, mientras reúne un fondo de resistencia para que ninguna lucha contra la precariedad se detenga. Decenas de colectivos, sindicatos y formaciones políticas la secundan.


El movimiento feminista, asambleas de parados y afectados por la hipoteca, antifascistas, colectivos ecologistas, el movimiento juvenil, estudiantil, contra los desahucios, pensionistas y comités de empresa, entre otros, engrosan una larga relación de colectivos que hacen suya Correscales, una carrera a relevos en el que como punto de partida 80 corredores llevarán la bandera de la “Dignidad frente a la precariedad” a lo largo de los 800 kilómetros que separan Bilbo de Barcelona.

La carrera saldrá de la capital vizcaina el 18 de febrero, de la tienda central de Movistar en la calle Buenos Aires (18.30) y concluirá el 22 en Barcelona, coincidiendo con la inauguración de Mobile World Congress, un encuentro de tecnología puntera exponente de las precarias condiciones laborales de los técnicos, más propias de la «esclavitud», según resaltaron. De hecho, la carrera se fraguó en medio de la avalancha de solidaridad recibida por los técnicos de subcontratas de Movistar tras una larga huelga y pretende tejer «una red de lucha, entusiasmo y complicidades».

Varios de los protagonistas de esa lucha presentaron ayer la carrera en Bilbo, arropados por una amplia representación de los movimientos que la sustentan, sindicatos y varias formaciones políticas. Más de 360 cofinanciadores suscriben ya la iniciativa en Euskal Herria y Catalunya.

El recorrido, en Internet

El recorrido de la carrera puede verse en el enlace https://goo.gl/ UkiQL8. Anunciaron, asimismo, que la carrera estará rodeada de actividades y movilizaciones y que es también la mayor iniciativa colectiva de micromecenazgo del Estado español.

Correscales ha conseguido reunir ya cerca de 100.000 euros y aspira llegar a los 150.000, para conseguir «un fondo común que nos permita luchar contra la precariedad».