MAR. 15 2016 La ladera de Ondarroa «va a caer», pero no se sabe «cuándo ni cómo» La previsión que maneja el Gobierno de Lakua es que la ladera de Kamiñalde acabará por caer, lo que no se sabe es cuándo lo hará ni de qué forma. Confían, según dijo ayer el consejero de Políticas Sociales, Angel Toña, en que lo haga «poco a poco» y no de golpe, pues en ese caso sería «catastrófico». Lo que parece claro es que la solución del problema puede llevar meses, de modo que se ha apelado a los vecinos con pisos vacíos para que los cedan a Alokabide. GARA ONDARROA El consejero de Políticas Sociales del Gobierno de Lakua, Angel Toña, reconoció ayer que la previsión que manejan es que la ladera de Ondarroa que mantiene a 180 vecinos del barrio de Kamiñalde fuera de sus hogares, «se va a caer», pero añadió que no se sabe «cuándo ni cómo» lo hará. «Lo que queremos es que caiga poco a poco para que haga base. Si cayese toda la masa del monte que está en la falla sería catastrófico y esperemos que no sea así», añadió a ese respecto. No obstante, apuntó que no se maneja el escenario de que «el monte se lleve las casas», aunque sí que los vecinos tengan que vivir fuera unos meses. «Una vez que se estabilice la caída habrá que ver los daños en las casas y hacer obras de reparación para que puedan volver. Creemos que con reparaciones en las viviendas podrá ser suficiente», apuntó al respecto. En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por la agencia Europa Press, explicó que sería a partir de ayer cuando se conociera cuántas viviendas exactas hacen falta para realojar a los vecinos de la zona, e indicó que el Ejecutivo cuenta con algunas del programa de Alokabide, pero «no las suficientes». Por ello, hizo un llamamiento a los vecinos de las inmediaciones, ya que hay «pisos vacíos en condiciones dignas de habitabilidad» y destacó que el Gobierno autonómico «garantiza el pago de una renta y su devolución en las mismas condiciones». Toña reconoció que las grietas en los últimos días han ido aumentando, aunque sostuvo que ahora está «más estabilizado». Además, anunció que ayer se iba a retirar maleza y árboles por la parte superior de la ladera, «para que el peso sea menor». El alcalde señala que el desalojo «va para largo» El alcalde de Ondarroa, Zunbeltz Bedialauneta, reconoció ayer que el desalojo de alrededor de 180 familias por el derrumbe de la ladera de Kamiñalde «va a ir para largo». En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, el primer edil explicó que la noche en la zona ha sido tranquila, «sin desprendimientos», y se continúa trabajando las 24 horas del día analizando «datos en tiempo real». El pasado domingo representantes del Consistorio mantuvieron una reunión con los afectados desalojados en la segunda tanda, a los que se les entregó una ficha para conocer «cuántas personas integran cada unidad familiar», ya que, tal y como apuntó el alcalde, «esto va a ir para largo». Las familias están con la duda de cuánto durará y están inquietos. Desde el Ayuntamiento hacemos un llamamiento a la población de Ondarroa y de toda la comarca para que pongan viviendas a disposición de Alokabide», añadió. Bedialauneta también señaló que desconoce la posible existencia de informes técnicos previos a la construcción de las viviendas que alertaran de un riesgo de derrumbe. Durante el fin de semana, bomberos y personal técnico de la Diputación de Bizkaia han participado en las labores de apoyo al Ayuntamiento de Ondarroa con el objeto de gestionar la crisis generada tras el desprendimiento de la ladera de Kamiñalde. En este sentido, técnicos de la sociedad pública para la conservación forestal Basalan acudieron el domingo al lugar equipados con un dron para sobrevolar la zona de monte y captar imágenes aéreas que ayuden al equipo de geólogos a evaluar la evolución del corrimiento. GARA LLAMAMIENTOTanto el consejero de Políticas Sociales de Lakua como el alcalde de Ondarroa hicieron un llamamiento a los vecinos de la zona que cuenten con pisos vacíos a que los pongan a disposición de Alokabide.