Poniéndole caras a la teoría de la evolución

Apesar de la popularidad con que cuenta en el mercado francófono el actor de origen marroquí Jamel Debbouze, su ambicioso debut en la dirección no consiguió recuperar la fuerte inversión de 32 millones de euros, pensada para que “Pourquois j’ai pas mangé mon père” fuera un producto competitivo internacionalmente en el campo de la animación. Ha sido hecho con la técnica de captura de movimiento, y así el actor incorpora su rostro al del simio evolucionado en humano. Pero es que también se ha recuperado la fotogenia del añorado Louis de Funès.