Contador no es feliz

A sus encontronazos con el suelo tiene que añadir ahora los que tiene con un equipo que cree que no le respeta.

Alberto Contador dice de puertas hacia afuera que no quiere inflar la polémica pero filtra luego a los medios españoles el malestar que vive en el seno del Tinkoff, donde no se siente suficientemente respaldado para afrontar la pelea por la general.

El teórico jefe de filas de la formación se quedó solo el miércoles en las primeras rampas del Tour, mermado por las heridas no cerradas de las caídas de los dos primeros días, y considera que el equipo no estuvo lo suficientemente a su lado en esos malos momentos.

Su discurso público trata de limar asperezas: «Lo hablamos, eso es lo importante, ha quedado todo claro. Ahora hay que pasar página, recuperarnos de un día de mucho calor y a ver mañana –por ayer– qué tal se nos da», dijo el madrileño tras atravesar la meta de la sexta etapa en Montauban.

Sin embargo, este discurso no apaga las llamas que rodean a Tinkoff, en proceso de desaparición e incapaz de dar imagen de unidad en torno a su supuesto líder. La etapa del Macizo Central escenificó la fractura en el equipo. Mientras el polaco Rafal Majka, que formaba parte de la escapada del día, proseguía su aventura en solitario pese que ya no tenía opciones de victoria, su líder sufría en el último puerto del día. Luego, el checo Roman Kreuziger se metía en el pelotón de los mejores, ajeno al desfallecimiento de Contador, que se dejaba 33 segundos en la meta, lo que elevaba aun más su desventaja sobre los buenos.

Noche caliente en el hotel

La noche fue caliente en el hotel del Tinkoff y la discusión franca, según revelaron desde la formación rusa. El danés Michael Valgren, uno de los gregarios, reconoció que el ambiente no era bueno, que había tensión, pero, al igual que el español, jura que todo quedó resuelto.

Por su parte, uno de los directores deportivos Sean Yates negó cualquier problema. Insistió en que Tinkoff sigue teniendo a Contador como su primera opción, aunque dejó entrever que si las lesiones le impiden luchar por el maillot amarillo no se cebarán en su defensa.

Yates reconoció que en la etapa del miércoles «hubo un problema de comunicación» que impidió a Kreuziger bajar a esperar a su jefe de filas. Una versión que queda en evidencia por una fotografía en la que se ve al checo mirando hacia atrás en el momento en el que Contador perdía contacto con el grupo de los favoritos tras un ataque del francés Romain Bardet.

Kreuziger por su parte prefirió escapar silbando del acoso de la prensa española sobre su actitud en ese momento. En el equipo reconocen que esa jornada fue complicada, con Majka luchando por la etapa y Sagan agotando sus últimas opciones de mantener el liderato, a lo que se sumaron los problemas físicos de Contador.

«No creo que hubiera confusión en la estrategia. Estábamos en una situación dura para mantener el maillot amarillo, Rafal en la escapada, es un gran corredor y tenía opción de ganar la etapa», mantiene Yates, quien defiende que el resto de equipos endureció la carrera, lo que les hizo perder en todos los frentes. Majka se quedó sin etapa, Sagan no pudo aguantar el ritmo del pelotón de favoritos y Contador perdió tiempo.

Séptima etapa y el pelotón sigue al completo

Al comienzo hoy de la séptima etapa, el Tour no ha registrado aún ningún abandono, todo un récord histórico. Hasta el momento el pelotón mantiene el número de 198 corredores que salieron el sábado del Mont Saint Michel.

Sterbini gana en Austria con Hirt en el liderato

El corredor italiano Simone Sterbini culminó en solitario la quinta etapa del Tour de Austria –entre Millstatt y Dobratsch, sobre 147,3 kilómetros– mientras que el checo Jan Hirt se mantiene al frente de la clasificación.