OCT. 17 2016 Derbi en Ipurua Un derbi de los nuevos tiempos Eibar y Osasuna se enfrentan por primera vez en la máxima categoría. Los rojillos buscan su primer triunfo ante un rival al alza. Amaia U. LASAGABASTER Hay que retrotraerse unos cuantos años para recordar los últimos compromisos oficiales entre Eibar y Osasuna. Y, sin embargo, el que les enfrentará hoy en Ipurua tiene poco aroma de antaño y sí mucho de novedad. Empezando porque es el primer derbi que disputan en Primera. Pero también porque este Eibar y este Osasuna tienen poco que ver con los que se vieron las caras en su día. Incluso, a día de hoy, parecen haberse invertido los papeles. Con el cuadro armero cada vez más cómodo en la categoría, aunque consciente de que su objetivo sigue siendo el más modesto, y con el rojillo apuntando a la misma meta, aunque en una situación mucho más apurada. Y es que mientras los azulgranas, especialmente poderosos en Ipurua con dos victorias, un empate y un solo gol en contra, llegan a la cita con puntos y sensaciones a su favor, y la moral por las nubes tras su empate en el Bernabéu –aunque en las dos semanas de parón no haya sido ese el tema estrella precisamente–, a su rival empiezan a picarle las urgencias. No en vano Osasuna es uno de los dos equipos, precisamente junto al único que tiene por debajo en la clasificación, que todavía no conocen la victoria. Y el resto de sus números van, lógicamente, en consonancia. Pese a lo cual, José Luis Mendilibar afirma, rotundo, que «en un derbi no hay favoritos». Al menos sabe por dónde viene el peligro de los rojillos, que tiene más que ver con una cuestión mental que táctica o técnica. «Si vienen con miedos, será más fácil para nosotros. Pero si tienen la cabeza despejada y piensan en ganar, si vienen a por nosotros, nos complicarán», asegura el entrenador. «Es un equipo valiente, con muchos chavales, que son atrevidos –explica–. Cuando pierden ese atrevimiento les cuesta más llegar a portería contraria y cometen más erorres, pero cuanto más atrevidos son, compiten mejor». Así que si Osasuna ofrece su mejor versión, Ipurua disfrutará de un choque de trenes. Porque si alguna característica define al Eibar, esa es la decisión. Hoy tratará de exhibirla con un equipo más ofensivo sobre el papel que el del Bernabéu. Salvo sorpresa, pasará del trivote y el único delantero a la más habitual pareja de centrocampistas –Dani García y Rico o Escalante– y a la doble referencia ofensiva, con Kike García de vuelta para acompañar a Enrich. La escolta de estos ofrece más incógnitas, incluso respecto a un hombre que se está revelando clave, Pedro León, que acaba de ser padre. En defensa, la principal interrogación se dibuja sobre Gálvez, ya recuperado, pero disputando el puesto con un Dos Santos muy entonado en Madrid. Osasuna, por su parte, llega con una gran novedad. El esperado debut de Didier Digard, que llevará la manija de un equipo que volverá a jugar con defensa de cinco pero aligerando esta vez el centro del campo para alinear dos delanteros, León y Riera, de inicio. Además, Martín –que viaja con 21 hombres, incluyendo a Oier, prácticamente descartado por problemas lumbares–, colocará a Berenguer en el lateral zurdo. Enrique Martín: «Como en la vida, desde el momento en que firmas un contrato, ya empiezas a ser cesado» El técnico rojillo, Enrique Martín, tuvo que salir al paso de las últimas declaraciones del presidente del club, Luis Sabalza, sobre un velado ultimátum de dos partidos si la brecha respecto a la permanencia se hace más grande. «Esto es como la vida, en la que desde que naces ya comienzas a morir. Pues en el fútbol, desde el momento en que firmas un contrato, ya empiezas a ser cesado», comparó el de Campanas. «Me fío más de mis conversaciones particulares –reconoció que cena mensualmente con el máximo mandatario de la entidad osasunista– que de las interpretaciones que se puedan hacer» de unas entrevistas. «Creo que no hay que darle más importancia, porque esto es la vida del entrenador y debe interiorizarlo. Uno debe tener claro dónde está y hacia dónde va», comentó de modo críptico. Eso sí, prefirió morderse la lengua –«tengo mi propia opinión, pero me la reservo», señaló– respecto a las opiniones que han venido apuntando en los últimos días que la salvación es un «objetivo irrenunciable». «Cuando hay tanto dinero, a veces la gente se vuelve loca. Hay que ser conscientes de dónde venimos, cómo venimos y a dónde queremos ir. Pero no voy a entrar a ningún capotillo, porque aquí el que torea soy yo y no soy el toro», dejó caer para quien lo quiera entender. Ya entrando en harina sobre el derbi, Martín, que ayer vio el derbi de San Mamés en directo –Osasuna juega contra el Athletic el día 30–, destacó como clave el que los suyos ganen en «contundencia defensiva», algo que «nos ha faltado hasta ahora», a la par que mejorar esos pequeños detalles «que nos han impedido tener tres o cuatro puntos más». «El que marque primero tendrá hecho mucho recorrido para ganar, pero las ganas que tenemos de conseguir una primera victoria no deben hacer que nos equivoquemos, hay que mantener la compostura. El partido va a ser de mucho contacto y balones divididos», analizó.N.M. INÉDITO Eibar y Osasuna se enfrentan por primera vez en la máxima categoría. Ha pasado una década desde la última visita oficial de Osasuna a Ipurua –choque copero que se saldó del lado rojillo en los penaltis– y 17 desde su último enfrentamiento liguero en Eibar.