Manu Azkarate denuncia que no le permiten comunicar con sus abogados

Manu Azkarate, ingresado en el Hospital Gregorio Marañón, ha denunciado que se le impide comunicar telefónicamente con sus abogados a pesar de que sí puede hacerlo desde la cárcel de Soto del Real.

El preso tolosarra Manu Azkarate, ingresado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid para ser tratado de una erisipela en una pierna ulcerada, ha denunciado que, a instancias del director de Seguridad de Soto del Real, se le impide llamar por teléfono a sus abogados.

Azkarate pudo tener ayer una visita de sus allegados, que informaron a GARA de la situación en la que se encuentra el preso. En este sentido, subrayaron que en el hospital se encuentra en una situación peor que en la propia cárcel, donde tiene reconocido el derecho a realizar llamadas. «Es una situación de aislamiento total», describieron.

El argumento empleado para prohibirle las llamadas es que no pueden ser intervenidas desde el hospital.

Los allegados de Azkarate también denunciaron que les redujeron el tiempo de la visita que finalmente realizaron ayer en el centro hospitalario. A pesar de que inicialmente estaba previsto que la visita durase dos horas, finalmente no pasó de los 45 minutos.

Junto a ello, denunciaron que la visita se realizó con presencia de agentes policiales en la habitación y que se les impidió comunicarse en euskara. Asimismo, se le ha restringido la lista de personas que le pueden visitar en el hospital respecto a quienes pueden hacerlo en prisión.

Los allegados de Azkarate destacaron que el trato que está recibiendo de los médicos, tanto en el Hospital Gregorio Marañón, donde ingresó el lunes, como en Soto del Real, ha sido bueno y que la evolución de la enfermedad que padece está siendo positiva.

Azkarate padece una dolencia crónica y de ella deriva la úlcera que tiene en la pierna, que ahora ha sido agravada por la erisipela, una enfermenda infecciosa. La Policía francesa le pisoteó la pierna ulcerada al ser detenido en diciembre en Marsella.