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Única capital de Hego Euskal Herria sin corridas de toros

La edil Estíbaliz Canto subraya que el hecho de que no haya toros en Gasteiz se debe a que ningún empresario se presentó al concurso público, no ha habido una prohibición. De cara al año que viene, espera que tampoco haya toros, porque las condiciones serán iguales.


Una de la novedades en las fiestas de La Blanca es la ausencia de la feria taurina. Pese a que algunos hablan de veto, las corridas de toros no han desaparecido del programa oficial por una prohibición. Lo han hecho porque el concurso para el nuevo contrato quedó desierto.

«Este año no tenemos corridas de toros porque no se quiso presentar nadie al concurso público», señala la edil de Cultura, Educación y Deporte, Estíbaliz Canto (PSE), que recuerda que el último gestor de la plaza, el empresario José Cutiño, renunció a la prórroga del contrato «porque tenía pérdidas».

Según explica, este le trasladó que «había tenido perdidas de más de 80.000 euros y que no quería seguir con el contrato». Reconoce que viendo el número de espectadores que fueron a la feria el año pasado –no llegaron a 22.000 en total–, «entiendo que no sea rentable y que no haya nadie que se quiera presentar».

Preguntada sobre la posibilidad de convocar una consulta sobre las corridas de toros, Canto indica que «la única forma de que se produzca es que algún colectivo recoja un número de firmas significativo». «Pero no se ha acercado ningún colectivo, así que entiendo que no es algo que preocupe mucho a la ciudadanía», afirma.

La edil del PSE espera que tampoco haya toros en las fiestas de 2018: «El año que viene sacaremos un concurso como el de este año, y supongo que no se presentará nadie».

El portavoz de la plataforma Vitoria Protaurina, Txemi Corres, tiene una opinión diametralmente opuesta. Sostiene que el contrato salió a concurso con un «pliego trampa, porque obligaba al empresario a poner y quitar la arena, algo de lo que se encargaba el Ayuntamiento y que supone un coste de más de 30.000 euros. Y también tenían que asumir el coste de la banda, cuando la banda municipal ha ido toda la vida a los toros sin que supusiera coste alguno». A su juicio, «eso desanimó a muchos empresarios».