OCT. 05 2018 La muerte por amianto de un trabajador de Aceros Olarra-Acenor llega a los juzgados Rafael G.V., que falleció en agosto de 2016, trabajó para la fábrica entre 1976 y 1983. Un informe de Osalan concluyó que podría haber estado expuesto al amianto. La familia reclama 153.000 euros en concepto de daños morales. GARA BILBO El Juzgado de lo Social número 8 de Bilbo acogió ayer el juicio por el que los familiares de Rafael G.V., fallecido en agosto de 2016 a consecuencia de un adenocarcinoma pulmonar, piden a Aceros Olarra-Acenor 153.000 euros en concepto de daños morales. Miembros de la asociación Asviamie arroparon a familiares con una pancarta en la que se denunciaba que «el amianto mata». Desearon visibilizar el «escandaloso incumplimiento de las empresas de las normativas orientadas a la prevención de las Enfermedades Profesionales y particularmente el riesgo derivado de las múltiples sustancias cancerígenas». El fallecido trabajó entre 1976 y 1983 en la fundición de la planta de Larrondo de Acenor, antigua Aceros Olarra, en diversos puestos. En noviembre de 2016, Osalan recogió en un informe que pudo estar expuesto al amianto, «al Sílice cristalina y otros contaminantes químicos y humos metálicos». De forma paralela, también ayer fue denunciada otra muerte por amianto. Los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE-Bizkaia e Hiru lamentaron en Laudio el fallecimiento de José Luis Landeta, ocurrido el martes. La víctima trabajó en la empresa Guardian del municipio vizcaino a lo largo de 28 años, en constante contacto con el amianto. Por su parte, CCOO protestó en Petronor, al hilo de la visita de Felipe VI a la planta, para reivindicar espacios de trabajo libres de este compuesto tóxico. Urgieron, además, a crear el Fondo de Compensación para las víctimas y que se disponga en las empresas de medios para que nadie esté expuesto.