Tres ejemplos de fatalidad para explicar esta agonía

Perder partidos ya ganados ante Zaragoza, Tenerife y Manresa hunde aún más, si cabe, a los donostiarras.

Reducir la situación de Delteco Gipuzkoa Basket en la presente Liga ACB a la mala suerte sería idiota, sobre todo si para ello debiéramos pasar por alto fallos de planificación –empezando por el técnico y pasando por el plantel– y ejecución del mismo.

Pero lo cierto es que el 3-14 actual pudo haber terminado con un 6-11, un balance que no garantiza para nada la permanencia –con Jaume Ponsarnau, en la campaña 2014/15, GBC pasó del 6-11 al 10-24 final, sin consumarse el descenso en los despachos– pero permitiría a día de hoy al club donostiarra dejar a UCAM Murcia en última plaza y verse empatado con Gran Canaria, San Pablo Burgos, Estudiantes, Breogán y Fuenlabrada en la pelea por evitar el penúltimo lugar. No por repetirlo las derrotas de la primera vuelta ante Tecnyconta Zaragoza, Iberostar Tenerife y Baxi Manresa tornarán en victorias, pero sí han de servir para huir del fatalismo, sobre todo cuando los maños, el día del regreso de Porfi Fisac a Donostia, visitan Illunbe el sábado.

«En lugar de tres, perfectamente podríamos estar con seis victorias», corroboraba Dani Pérez en la alocución semanal de los jugadores de Delteco GBC. «Hay que saber competir mejor, pero hace falta esa pizca de suerte necesaria. Ahora toca intentar buscarla en la segunda vuelta», admitía el base.

Cuando todavía hay tiempo

Todas las derrotas vienen mal, sobre todo si son tan ajustadas y en los momentos en los que tuvieron lugar. En el caso de los donostiarras, los peores tropiezos llegaron en las jornadas segunda, cuarta y decimosexta.

La derrota en Zaragoza llegó cuando aún había cuatro equipos más sin victorias. Los de Valdeolmillos encajaron un parcial de 9-0 en los minutos finales, un parcial que trajo consigo la derrota por 76-73.

En Illunbe ante Iberostar Tenerife, amén de una canasta de McFadden que provocó el tiempo extra, Delteco GBC cayó por 73-79 al dejar pasar una renta de 16 puntos. Los árbitros cedieron el balón decisivo a los aurinegros a pocos segundos, estimando que un tiro de los donostiarras no tocó el aro cuando sí lo hizo. El triunfo hubiera supuesto que GBC empatara con otros cinco con un balance de 1-3.

«Cuando estás en mala racha estás débil mentalmente, mientras que otros equipos llegan a finales ajustados y los ganan todos», certificaba Dani Pérez.

La derrota por 85-91 ante Manresa ya llegó con un GBC que no gana desde la jornada 12, con la famosa calamidad de Sekulic al errar un tiro libre y hacerle personal a Lundberg a 1,5 segundos del final.

«Está difícil, pero no queda sino hacerlo mejor en la segunda vuelta», subrayaba Gaizka Maiza. La fatalidad es el último clavo de la realidad, pero hay que aferrarse a las opciones que el equipo se crea en los partidos.

GBC y Federación Guipuzcoana, unidos

Gipuzkoa Basket y Federación Guipuzcoana de Baloncesto siguen caminando de la mano. Nekane Arzallus y Mikel Lekaroz firmaban ayer en el Donostia Arena un nuevo convenio que une a club y ente federativo un año más.

Según la nota remitida por el club donostiarra «uno de los principales objetivos del acuerdo es ayudar a la formación de entrenadores y entrenadoras». Así, «Gipuzkoa Basket pondrá a disposición de la Federación a sus técnicos para la organización de un clínic» y «abrirá también durante una semana sus entrenamientos» para que los entrenadores guipuzcoanos puedan asistir en directo a la preparación de un partido de Liga ACB.

Afirmaron además que organizarán en Ilunbe «el día del minibasket». La fecha de este evento, abierto a todos los niños y niñas que quieran participar, está por determinar, aunque es probable que se celebre a finales de temporada.GARA