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Derbi en Anoeta

El Athletic marca territorio

Los goles de Nekane y Cirauqui dieron al Athletic su 21ª victoria liguera ante la Real. Las rojiblancas encuentran lo que necesitaban tras su mal arranque, ante un rival que no supo hacer valer ni su buen momento ni el calor de una grada repleta, con 28.367 espectadores.


REAL SOCIEDAD 0

ATHLETIC 2


El derbi es territorio rojiblanco. Ni siquiera cuando los pronósticos, al menos de los que se atrevían a hacerlos tratándose de un derbi, se inclinaban más que nunca del lado donostiarra dejó escapar el Athletic la oportunidad de engordar las estadísticas y llevarse su 21ª victoria liguera ante la Real. Lo presenciaron 28.367 espectadores, el otro gran titular de la jornada, en lo que supone el récord del estadio en un partido femenino.

Si esperaban cantar victoria, la mayoría, lógicamente local, regresó cabizbaja a casa. Si esperaban fútbol y emoción, la satisfacción debió ser plena porque Athletic y Real firmaron un partido atractivo, intenso y con suspense porque ambos equipos buscaronel gol con un marcador que se mantuvo ajustadísimo hasta el último minuto. Un gran espectáculo que probablemente enganchó a los primerizos, confirmó a los habituales y, lamentablemente, no pudo disfrutar nadie que no estuviera en Anoeta, al no retransmitirse por televisión. Pero esa es otra historia.

La de ayer comenzó con novedades en ambos onces –sobre todo en el rojiblanco, siete caras nuevas respecto al que se enfrentó al Deportivo – y dos especialmente destacados: Mariasun Quiñones, ya totalmente restablecida de la lesión que sufrió en verano, defendió la portería local en detrimento de una Adriana Nanclares que lo venía haciendo fenomenal y Ainhoa Tirapu, que no había vuelto a colocarse los guantes desde la final de la Euskal Heriko Kopa, también se colocaba bajo palos por primera vez este curso.

El «debut» fue bastante mejor para la navarra. A Quiñones no le dio tiempo ni a pestañear antes de tener que sacar el primer balón de su portería. Lo introdujo Nekane que, a falta de la lesionada Erika, tomó su papel de «especialista» en derbis –el de ayer fue su 11º gol en Liga a la Real–. Apenas se cumplía minuto y medio de juego cuando Jone Ibáñez robaba un balón, Azkona conducía hasta el área y Nekane, en boca de gol, remataba el 0-1.

Si el gol fue consecuencia de que el Athletic entrara mejor en el campo o si las rojiblancas se vinieron arriba al verse por delante en el marcador es algo que nunca podremos saber. Lo que sí quedó claro fue la superioridad de las vizcainas a lo largo de un primer tiempo en el que su anfitrión trató de reaccionar pero ni aún con todas las ganas del mundo, que fueron muchas, le alcanzó para lastimar a un Athletic que defendió sin fisuras y además convirtió en una amenaza de sentencia cada balón que recuperó. Y no fueron pocos.

Gonzalo Arconada tomó cartas en el asunto. En la recta final del primer tiempo Cardona y Latorre intercambiaron bandas, como lo hicieron Iraia y Lucía tras el descanso, cuando también saltaba al césped Leire Baños para acompañar a Itxaso, mientras Palacios adelantaba su posición.

De inicio pareció que funcionaba. Un centro colgado de Lucía que acabó en córner y un par de buenas incursiones de Marta Cardona, ante la que tuvo que exprimirse Eunate como en el primer tiempo lo había hecho Moraza, reavivaron la ilusión txuriurdin. Pero pronto se vio que el Athletic seguía a lo suyo, presionando, robando y contragolpeando, con una Azkona inagotable creando inquietud de forma constante.

Con el transcurso de los minutos el cansancio, en una jornada bochornosa, se fue dejando notar. También ahora pareció que más en el lado rojiblanco –las sustituciones se fueron sucediendo por agotamiento evidente– pero también ahora fue poco más que una apariencia efímera.

De hecho el cronómetro estaba a punto de llegar al noventa cuando el Athletic lanzó un contragolpe, de nuevo con Azkona como protagonista, aunque fue una ex-blanquiazul, Cirauqui, la que firmó el definitivo 0-2. Ni así se rindió la Real, ni así se calló la animosa grada de Anoeta pero las donostiarras acabaron hincando la rodilla para encajar su primera derrota de la temporada ante un rival que encontró exactamente lo que necesitaba.

Gran alivio para el equipo rojiblanco

Gonzalo Arconada no puso peros a la derrota tras el encuentro. Reconoció que el Athletic había sido superior aunque también quiso felicitar a sus jugadoras por el esfuerzo.

«Cuando no tienes el día, no lo tienes –lamentó–. Han sido muy superiores y hay que reconocerlo. Han salido con una marcha más y han estado todo el partido con más intensidad. Tras el descanso ha habido un atisbo que parecía que podíamos pero no. El equipo se ha esforzado y lo ha intentado hasta la extenuación pero no ha podido ser».

Lo lamentaba el técnico por sus futbolistas pero también por los miles de aficionados txuriurdines que acudieron a Anoeta. «Ha sido fantástico cómo nos han estado animando hasta el final, el ambiente que hemos vivido... Agradecérselo y decirles que estamos en deuda y que se lo devolveremos. Hoy no les hemos demostrado lo que somos capaces de hacer y a ver si otro día lo conseguimos».

Ángel Villacampa, por su parte, reconoció que el partido le debería sentar de maravilla a su equipo. Por las formas y por los tres puntos. «Por mucho que trabajes y que creas, que lo hacemos, si los resultados no llegan, sufres», admitió el técnico, que confía en el que el derbi ejerza de «punto de inflexión»..A.U.L.