SEP. 03 2020 TOUR 2020 Wout van Aert confirma que es un corredor fuera de serie Adam Yates, nuevo líder por la sanción de 20 segundos a Alaphilippe por recoger un bidón a 17 de meta. Joseba ITURRIA Wout van Aert, que ya ganó el año pasado en Albi en su debut en el Tour en otra llegada masiva, logró ayer la segunda victoria consecutiva del Jumbo-Visma al imponerse a Cees Bol, Sam Bennett y Peter Sagan en la llegada de fuerza en ligero ascenso de Privas. Julian Alaphilippe perdió el liderato pese a entrar con todos los favoritos en el primer grupo al ser sancionado con 20 segundos por recoger un bidón en los últimos veinte kilómetros, lo que permitió a Adam Yates vestirse de amarillo. Van Aert confirmó que es un ciclista extraordinario no solo por su calidad, también por su capacidad para ganar en disciplinas tan diferentes como el ciclocross, donde logró tres campeonatos del mundo, la crono, ha repetido victoria en el campeonato belga, el sprint como hizo ayer o en la primera etapa de Dauphiné, y en clásicas tan diferentes como este año en Milán San Remo y Strade Bianche en la vuelta tras el confinamiento. Y es capaz de tirar hasta que faltaban 1.300 metros en un puerto de Primera como hizo el martes y romper el pelotón. Es uno de los corredores más fuertes del pelotón y el único que lo demuestra en todos los terrenos y todos los días. Mientras sus rivales en el sprint de ayer tuvieron el martes día de recuperación él fue el mejor gregario de Primoz Roglic y, aun así, tuvo fuerzas para imponerse en una llegada en ligero ascenso tras superar a Cees Bol, que no pudo premiar con una victoria el sensacional trabajo del Sunweb al preparar el sprint. Caleb Ewan se quedó encerrado, solo pudo ser octavo, y Sam Bennett se tuvo que conformar con el tercer puesto y con arrebatar el maillot verde, ya lo logró virtualmente en el sprint intermedio, a Peter Sagan. Un grave error de Deceuninck El irlandés compensó en parte al subir al podio que Julian Alaphilippe no pudiera hacerlo para recoger el maillot amarillo al ser sancionado por avituallamiento irregular en los últimos 20 kilómetros por recoger un bidón dado por un auxiliar. Adam Yates, que era segundo a cuatro segundos, recogió el liderato y el de Deceuninck queda decimosexto a 16 segundos detrás de todo el grupo de favoritos, que vivieron una jornada tranquila. La etapa no tuvo de manera sorprendente ninguna escapada porque, curiosamente, solo la buscaron dos corredores de los equipos de los sprinters, Kasper Asgreen y Thomas De Gendt en los kilómetros iniciales para intentar evitar trabajar en el pelotón para atraparla. Tras ser neutralizado su intento, el flamenco del equipo de Caleb Ewan lo volvió a intentar, pero nadie quiso irse con él y desistió. No se registró ningún movimiento más. Tampoco hubo abanicos en los últimos kilómetros, en los que los equipos de los hombres fuertes de la general estuvieron atentos en cabeza y eso provocó que se acabara a una velocidad alta la etapa, pero sin llegarse a romper el pelotón a pesar de los intentos del Ineos al final. Segundo final en alto en el Mont Aigoual El Tour vivirá hoy un final exigente porque se empalma la subida del col de la Lusette (11,7 kms. al 7,3%), que se corona a 13,5 de meta, con la ascensión final al Mont Aigoual (8,3 kms. al 4%), que no tiene una pendiente importante. Mucho más duro es el col de la Lusette, que tiene dos kilómetros seguidos al 11% al final y una bonificación de ocho, cinco y dos segundos para los tres primeros. Antes de este puerto de entidad, hay otro de Tercera, el col de Mourèzes (6,1 kms. al 4,8%). Desde el kilómetro 155, a 36 de meta, se pasa de los 224 metros de altitud de Le Vigan hasta los 1.560 del Mont Aigoual, donde Alaphilippe quiere recuperar el amarillo: «Son cosas que pasan. Era una etapa muy larga y aburrida, con un final muy nervioso. Tenía que estar concentrado para mantener el maillot y tratar de ganar con Sam Bennett en el sprint. Mañana me volveré a poner en pie e intentaré recuperarlo», dijo nada más conocer que había sido sancionado.J.I. WOUT VAN AERT Bere garaipenaren ondoren, «agian txirrindularitza lasterketa batean egin duen etaparik errazena» izan dela adierazi zuen. Ez zen ihesaldirik egon, ezta azken kilometroetan espero ziren abanikoak ere.