Luz verde a la ley que deja de tratar como enfermas a las personas trans

El Gobierno español ha aprobado el anteproyecto de «Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI». La ministra Irene Montero destacó que esta norma se sitúa en la vanguardia europea en un contexto de «cuestionamiento profundo» de dichos derechos en algunos países.

El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la futura ley trans que, entre otras medidas, permitirá a las personas mayores de 14 años cambiar de sexo en el Registro Civil con un trámite administrativo, poniendo fin a los informes sanitarios y la necesidad de tutelas médicas y legales.

«Con este proyecto de ley pretendemos superar esta histórica invisibilidad, la estigmatización y la falta de reconocimiento de los derechos de las personas LGTBI», subrayó la portavoz del Ejecutivo español, María Jesús Montero, quien compareció junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el titular de Justicia, Juan Carlos Campo, tras la reunión del Gabinete que preside Pedro Sánchez.

Montero afirmó que la sociedad española «es más progresista de lo que algunos quieren hacer creer» y equiparó esta ley a otros hitos como la regulación del divorcio, el aborto o el matrimonio igualitario. Ubicó al otro lado del escenario a quienes tratan de imponer su moral frente a la libertad y citó el reciente caso de la ley de eutanasia, con «una derecha, principalmente PP y Vox, que pretende frenar estos avances recurriendo ante el Constitucional».

Vanguardia europea

La ministra de Igualdad, Irene Montero, destacó que esta norma sitúa al Estado español en la vanguardia europea respecto a los derechos de las personas LGTBI en general y transexuales en particular, lo que a su juicio resulta «especialmente importante en un contexto en el que en algunos países hay un cuestionamiento profundo» de dichos derechos, como se está viendo en los últimos días con la polémica sobre la actitud del Gobierno de Hungría respecto a las personas homosexuales.

«Las protagonistas de esta ley son las personas LGTBI –añadió–. Es una ley feminista. Si no llegamos todas no llega ninguna. Esta ley reconoce el derecho a la libre determinación de la identidad de género como único mecanismo capaz de garantizar los derechos. Acometemos la despatologización, la personas trans ya no serán tratadas como personas enfermas».

Tramos por edades

El ministro de Justicia hizo especial hincapié en explicar los diferentes tramos de edad para el cambio de sexo en el Registro Civil. Respecto a los más jóvenes, apuntó que «no se entiende que pueda haber esa fortaleza del carácter, madurez y estabilidad, por lo que de 12 a 14 años se protege de manera especial, de modo que no es la posibilidad genuina de ir y decir ‘quiero esto’; hace falta un expediente de jurisdicción voluntaria y, por tanto, será una resolución judicial la que lo determine».

Par las personas de 14 a 16 años, precisó que solo hará falta que acudan acompañados de sus tutores o, si estos no están de acuerdo, de un defensor.

Para el resto, bastará con acudir a una primera comparecencia al Registro, donde recibirá un formulario y la información sobre las consecuencias jurídicas, el régimen de reversión y las medidas voluntarias de apoyo. Una vez disponga de toda la documentación y «para marcar la estabilidad de la decisión», deberá regresar a los tres meses para confirmar o no su deseo. Desde ese momento, el encargado del Registro tendrá un plazo máximo de un mes para formalizar el cambio. Sobre el cambio de nombre, lo único que varía es que «se pasa a una ley algo que ya se podía hacer».

Para los menores será posible la reversión una vez transcurridos al menos seis meses desde el cambio. En este caso, habrá que recurrir al juez para que dicte una resolución.