Sergio Fernández, cuando las lesiones pueden con el corazón

El navarro, subcampeón de Europa de 2016 y plusmarquista estatal de 400 metros vallas con 48.87, no pudo superar la primera ronda en el Estadio Olímpico al quedar séptimo de su serie con 51.51. Las lesiones le habían privado de entrenar el último mes como le hubiera gustado. Esta madrugada era el turno de Teresa Errandonea en 100 vallas.

Hace cinco años, en los Juegos de Río de Janeiro 2016 y después de haberse proclamado subcampeón de Europa en Amsterdam, un chaval de 23 años y de Barañain nos hizo estar con la mirada pegada a la televisión para seguir la semifinal de los 400 metros vallas. En Brasil logró la mejor marca estatal de la historia con 48.87, pero no pudo clasificarse para la final. El mencionado atleta, llamado Sergio Fernández, se mostró descontento porque quería luchar por las medallas, por lo que se puso Tokio 2020 como meta.

Sin embargo, las lesiones sufridas los últimos dos años no le han permitido entrenar como a él le hubiera gustado. De hecho, el pasado 26 de junio recuperó en Getafe el título de campeón de España con una marca de 49.55 en su segunda carrera en dos años. Ayer, quedó eliminado en la primera serie. «He realizado una marca muy por debajo de mis posibilidades, pero quiero ir un poco más allá. He luchado durante este tiempo contra muchas circunstancias que se escapan a mí y creo que me puedo quedar con eso», declaró el navarro al concluir su participación en los Juegos.

El atleta, muy crítico con él mismo cuando ha tenido que serlo, dejó un mensaje claro: «A nivel personal era esencial estar aquí y cerrar una etapa. Venir y pelear con honor. Con la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos».

Pasaban a semifinales los cuatro primeros de cada serie y cuatro más por tiempos, por lo que dejó fuera al navarro.

Esta pasada madrugada era el turno de otra de las atletas vascas en Tokio. La irundarra Teresa Errandonea corría en la cuarta serie clasificatoria de los 100 metros vallas.

Barega, de Elgoibar al oro

La jornada atlética de ayer, donde se llegó a los 30 grados y 98% de humedad, dejó otra curiosa historia. El etíope Selemon Barega se coronó campeón olímpico en los 10.000 metros por delante del gran favorito, el ugandés Joshua Cheptegei, poseedor del récord mundial de esta distancia. Barega ganó en 27:43.22 por delante de Cheptegei (27:43.63) y el otro ugandés, Jacob Kiplimo (27:43.88).

El etíope es bien conocido por Elgoibar. Se impuso en el Cross de 2018 y tres años después ha ganado su primer oro en unos Juegos. Así lo recordaban los organizadores de la carrera internacional Juan Muguerza de la localidad guipuzcoana en su cuenta de Twitter, utilizando unas palabras del escritor Miguel Calvo: «Primero hay que ganar en Elgoibar para recibir la bendición de los dioses y luego ya puedes entrar en la leyenda olímpica. La historia continúa».