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«La comunidad del anillo», el viaje imposible que pervive

Hace 20 años se estrenó «El señor de los anillos. La comunidad del anillo». La primera de las tres entregas dirigidas por un visionario Peter Jackson que logró lo que parecía imposible, plasmar en la pantalla el monumental imaginario literario de J.R.R. Tolkien.


El 29 de julio de 1954 salió a la venta el primer volumen de una novela que marcaría a diferentes generaciones, “El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo”. Su autor, J.R.R. Tolkien, prolongó lo que ya se intuía en “El Hobbit” y retomó la trama unos años después de las aventuras de Bilbo Bolsón, cuando este celebra su 111 cumpleaños.

Siempre se consideró como una tarea imposible recrear visualmente el fértil universo de Tolkien. Las dos primeras tentativas recibieron la negativa del propio autor, el cual vio con recelo los cambios sustanciales que figuraban en los guiones.

La primera fue auspiciada en el año 1956 por Forrest J. Ackerman y la segunda llevaba la firma del mismísimo Stanley Kubrick, el cual propuso a los Beatles como protagonistas: Paul McCartney en el rol de Frodo, Ringo Starr daría vida a su inseparable amigo Sam, George Harrison como Gandalf y John Lennon sería Gollum.

A mediados de los 60, la compañía United Artist quiso que John Boorman (“Excalibur”) rodara una versión con personajes reales pero fue finalmente Ralph Baskhi quien llevó a la gran pantalla la primera entrega de “El Señor de los Anillos” utilizando la técnica de animación Rotoscopio, personajes reales que son transformados en dibujos animados.

Finalmente, en el año 95, un visionario neozelandés llamado Peter Jackson logró convencer a Miramax para que le permitieran dirigir las tres entregas del original literario de Tolkien. La primera de ellas, “La comunidad del anillo”, se estrenó el 3 de diciembre de 2001 y no tardó en convertirse en un fenómeno global.

Retorno a los libros

Como ejemplo de lo que supuso el estreno de “La comunidad del anillo”, Javi Marcos –vocal de prensa y colaborador de la “Tolkien Society” a nivel estatal, el mayor repositorio de información y documentación del legado del escritor y que cuenta en Euskal Herria con la delegación “El Smial Verde”–, recordó para GARA que «en la película no salió el Lago Espejo a las afueras de Moria, donde está la Corona de Durin, y Gimli le habla de él a Frodo: es un lugar sagrado para los enanos. Tampoco apareció la conversación de Gimli con Galadriel, en la que la elfa le da tres cabellos: es un regalo increíble si conoces la historia de Galadriel, que ha vivido miles de años y ha rechazado a los más altos elfos. Al menos esa escena salió en la versión extendida. Más allá de esas secuencias, las tres entregas me entusiasmaron. Yo soy un gran defensor de ellas, pero hasta los que las critican por no reflejar aspectos de la obra del ‘Profesor Tolkien’ admiten que, motivados por las películas, muchísimos leyeron su obra. El impacto de ‘El Hobbit’ fue mucho menor, pero la próxima serie de ‘El señor de los anillos’ sí puede volver a causar un gran sensación».

“La comunidad del anillo”, “Las dos torres” y “El retorno del rey” fueron rodadas casi al unísono y a lo largo de más de un año. Jackson asumió el timón de semejante “Titanic” y eludió todo tipo de icerbergs manteniendo siempre su criterio creativo sobre los ejecutivos “nazgul”, que siempre acechaban y a sabiendas que sobre él pesaba la gran responsabilidad de rentabilizar un presupuesto de casi trescientos millones de dólares y que más tarde se tradujo en unas ganancias cercanas a los tres mil millones de dólares y un total de dieciocho Óscars.