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Más derechos para las personas trans en Hegoalde y un aborto más libre

PNV y EH Bildu ratificaron ayer junto a las fuerzas de alineación progresista del Estado la conocida como ley trans y la reforma de la ley del aborto, que permitirá interrumpir el embarazo a menores de 16 y 17 años sin permiso de sus progenitores. Carlos García Adanero, el tránsfuga de UPN, destacó por la dureza del discurso, cruel a veces.

Pozueta y Agirretxea, durante los trabajos en comisión en busca de la redacción final. (E. PARRA | EUROPA PRESS)

El Congreso español sacó ayer adelante dos de las leyes que más han dado que hablar a lo largo de la legislatura por haber hecho Podemos bandera de ellas, los ataques de la derecha y la ultraderecha, y haber sacado a la luz algunas de las contradicciones ideológicas que perviven en el PSOE. Estas dudas no afectaron a los representantes vascos en el hemiciclo, donde PNV y EH Bildu defendieron ambas reformas con claridad, mientras que la tercera voz propia de Hegoalde, la del exregionalista Carlos García Adanero, se colocó en el bloque más extremo de los contrarios.

La más controvertida de las leyes en el conjunto estatal fue la llamada ley trans. Sobre la misma, la Asociación de Familias de Menores Transexuales de Euskadi y Navarra, Naizen, realizó puntualizaciones de calado. No se ha llegado tan lejos como se esperaba y estaba acordado, por lo que el final de la tramitación les ha dejado una sensación «agridulce».

El avance que supone la ley es menor en Hegoalde que en otros puntos del Estado, en tanto que las regulaciones de Nafarroa y la CAV ya habían contemplado esta materia y habían implementado varios de los pasos adelante. Lo nuclear de lo aprobado ayer -explicó Naizen- tiene que ver con los registros y la documentación. «Todo el tema sanitario, educación social, etcétera, no nos afecta para nada», sostuvo Bea Sever, portavoz de este colectivo.

«Por otra parte, nos supone una ventaja en cuanto a los mayores de 14, porque se elimina la obligatoriedad de hormonarse, y además se baja la edad de 18 a 14, pero también una desventaja para los menores de 12, a los que solo se les va a permitir cambiar el nombre, cuando hasta ahora se les estaba permitiendo cambiar el nombre y la mención de sexo gracias a la sentencia de 2019 del Tribunal Constitucional. Por tanto, ahí va a ser un paso atrás», aclaró Sever.

No obstante, la ley sí podrá tener sus efectos en aquellos ámbitos de Euskal Herria que siguen rigiéndose por autoridades españolas. Uno de los entes interpelados por la ley es Instituciones Penitenciarias, que tendrá que reformular la instrucción de 2006 que divide según sexo en función de una legislación obsoleta.

En la defensa de su postura favorable a la ley, el diputado del PNV Joseba Agirretxea rescató una anécdota personal. «El domingo pasado, la madre de una niña trans me dio las gracias. Algo habremos hecho bien», aseguró el jeltzale. Aquel encuentro le hizo reflexionar lo siguiente: «El desgarro no es el que vende la derecha. El desagarro es el que viven las familias. El desgarro es el que sufren hoy, cuando no pueden ser lo que quieren ser y lo que creen que son».

Asimismo, Agirretxea formuló un argumento bastante original para apoyar la posición de su partido. Explicó que esta es una ley que necesariamente han de respaldar «los que defendemos que las personas y los pueblos tienen que ser lo que quieren ser y que no haya leyes que lo impidan».

El discurso de EH Bildu, por su parte, fue más en perspectiva histórica. Bel Pozueta dejó de lado el papel de los políticos, para recordar que ante todo la aprobación de la ley trans es una victoria de las personas que llevan años peleando por ser reconocidas como lo que son. Tildó el refrendo de la norma como un paso importante y «simbólico».

«Merece la pena celebrarlo», aseguró Pozueta. En su opinión, tanto la ley del aborto como el reconocimiento de más derechos para las personas trans avanzan en algunas de las reivindicaciones clave del feminismo: «Gestionar el cuerpo que nos pertenece y que cada cual viva su sexualidad, sus deseos y su identidad desde un planteamiento de libertad y diversidad».

Contrarios y Podemos

Para nada vio las cosas de la misma manera el otro electo por Nafarroa, Carlos García Adanero. Su intervención destacó como una de las más chuscas, sobre todo, cuando abordó la reforma de la ley del aborto, que trae como principal novedad la supresión del permiso paterno para las mayores de 16 años a la hora de interrumpir el embarazo.

García Adanero juzgó como «una aberración y una barbaridad» que se marquen los plazos para la interrupción del embarazo a través de una votación. Según él, con esta lógica, los plazos para abortar «pueden ser 14 semanas, pueden ser cinco meses, pueden ser nueve meses o puede ser un año, una vez nacida una persona».

Las salidas de tono fueron la tónica de García Adanero y también de Vox. Sin embargo, las imágenes de alegría en los palcos dejaban claro que el protagonismo no era para la ultraderecha. Allí, entre exclamaciones de pura alegría, desplegaron banderas históricas luchadoras por los derechos de las personas trans, como Mar Cambrollé, Carla Antonelli o Uge Sangil.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, también vivió la jornada como un doble éxito. Aun así, advirtió de que no está todo ganado, de que habrá resistencias para aplicar lo aprobado. Pero, aseguró que «los hijos, hijas e hijes» tendrán derecho a ser educados en el respeto a partir de ahora.