Una afilada sátira dedicada a la alta burguesía

Este es un estudio del personaje encarnado por Paula Grimaldo (Ana) y, a través de sus ojos, se realiza un retrato de la alta burguesía, entre el realismo y la sátira. Ana y la familia comparten la lujosa casa veraniega, pero habitan ese espacio de forma muy distinta: para que ellos puedan disfrutarlo, ella debe limpiarlo.

Esa distinción fundamental y las contradicciones que provoca se ven acentuadas durante el verano, cuando la convivencia es más intensa, los días más largos y las noches más locas.

Por un lado, “Calladita” es un drama sobre una heroína de clase baja: un subgénero con una larga tradición en el cine mundial. Desde el mismo título, aspira a subvertir con ironía esa tradición de la trabajadora doméstica que aguanta estoicamente las durezas de su trabajo sin levantar nunca la voz.

Pero, al mismo tiempo, la película es también un retrato realista, con un punto satírico, de la alta burguesía, con un tono que bebe de las películas de Buñuel, sobre todo de “El discreto encanto de la burguesía”. Centrando el punto de vista y usando a la protagonista como los ojos que miran (y juzgan) a esta familia rica, el director crea un tono que mezcla la sátira afilada con la seducción cautivada.