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DE REOJO

Convencimiento


Consentimiento, convencimiento. Construyendo una alternativa de respiración asistida por esa tranquilidad que proporciona la reparación de células a partir de un sueño profundo con un despertar conflictuado por el cambio horario. Solamente me sacan del agujero Errejón, el Barça y sus cuatro goles marcados en el Santiago Bernabéu. Dos modelos del neoliberalismo futbolístico enfrentados. Cartera contra cantera. Las necesidades obligan y parece que la cantera barcelonista está dando satisfacción a su hinchada. ¿Es por situación perentoria de la economía o por convencimiento filosófico? Ahí está la parte discursiva del día después antes de la fecha límite.

Cada seis meses volvemos a la casilla de salida de la razón contra la superstición en su perfil más utilitario, ¿sirve en realidad para algo el cambio horario? O, dicho de otro modo, existe alguna persona que acepte este cambio por convencimiento o simplemente por consentimiento forzado por la reglamentación vigente. Que es, en algunos países de economía dogmática, lo que sucede con la propina a los camareros. ¿Es obligación, es un gesto de recompensa, en qué medida y cantidad? Hay lugares donde aparece la propina en el recibo o prefactura. En otros, la gestualidad de quien te ha servido la ensalada apócrifa te hace revisar todo tu catálogo de excusas o voluntades.

Pero resulta que en algunos de esos estados de USA que van a decidir el nuevo comandante en jefe de ese ejército imperial, la bolita electoral está rodando empujada por la fiscalidad de las propinas. Exacto, ¿es sueldo, dádiva, se declara o no? En esas estamos.