El Athletic se mantiene firme en casa ante una Real foránea menos incisiva

El Athletic sigue intratable en San Mamés -no pierde en su feudo desde el 31 de agosto- y encadena la cuarta victoria liguera seguida en su campo en un derbi frente a una Real que venía con la vitola de complicado rival foráneo, pero que no tuvo puntería en un estadio que se le atraganta últimamente.

Un solitario gol de Oihan Sancet al filo de la media hora acentuó la reciente estadística favorable al Athletic cada vez que se mide en su campo a la Real. El derbi tuvo una parte para cada equipo, pero, a la postre, quienes se llevaron los tres puntos fueron los que dispusieron de mayor acierto.

Y, como cabía esperar, la intensidad se adueñó de los primeros compases del duelo, con unos anfitriones más mandones y presionantes, frente a un visitante replegado en su propia parcela y sin encontrar ligazón suficiente a la hora de la salida de balón, sufriendo constantes pérdidas ante las apreturas a la que le sometieron los locales.

Pese a ello, esa fogosidad no se tradujo en llegadas con peligro durante el primer cuarto de hora. Eso sí, como si fuese un resorte esa frontera temporal, de inmediato se sucedieron dos lances, uno por cada lado, que activaron el choque y también a la grada.

La primera cayó del lado txuri urdin, con una buena llegada de Sucic, que el croata no supo engatillar con la suficiente confianza. Su golpeo mordido apenas le generó problema alguno a Agirrezabala (m.16). De inmediato, en el mismo minuto, la réplica de los anfitriones. Djalo se encontró con una pelota dentro del área y se sacó un derechazo raso al que respondió Remiro con su parada cubriendo el primer palo.

El derbi se animaba. Además, Gil Manzano dejaba jugar y ello agitaba todavía más el encuentro. De nuevo, Djalo lo intentó desde la media luna, pero su tiro se le marchó bastante desviado (m.21). Hasta que llegó la jugada que propició el 1-0.

Un lance con dos caras distintas. En primera instancia, Prados se encontró en posición inmejorable para rematar, pero su disparo le salió muy desviado. Peleó el balón Nico Williams hasta el punto de que sacó un centro muy elevado que buscó con mayor ahínco Sancet, imponiéndose con autoridad por encima de Javi López, picando de cabeza a las mallas (m.26).

Adelantarse en el luminoso favorecía el plan de partido y estilo futbolístico del Athletic, mientras que a la Real le tocaba remar y arriesgar. Los de Imanol dispusieron de más esférico a partir de ese momento, pero sus acercamientos carecieron de filo. Ni Zubimendi, con un cabezazo muy forzado (m.31), ni Kubo con un tiro defectuoso (m.44) consiguieron inquietar lo más mínimo a Agirrezabala.

MÁS VALIENTE Y PROPOSITIVA

La más que merecida y previsible charla gruesa del técnico oriotarra al descanso derivó en una escuadra txuri urdin bastante más valiente y propositiva, aunque fue Prados quien más cerca estuvo de ampliar la diferencia para los leones, pero buscó asegurar con el interior y el disparo le salió muy centrado y sencillo para blocar Remiro (m.48).

Eso sí, los visitantes tuvieron bastante más presencia ofensiva y posesión en campo rival. Hasta el punto de que gozó de una ocasión inmejorable para conseguir las tablas. Un centro de Sucic desde la izquierda solo lo pudo tocar con la planta del pie un forzado Zubimendi, con lo que el cuero no encontró los tres palos rojiblancos (m.59).

La Real consiguió hacerse con el control y anular la peligrosidad de las contras vizcainas, aumentando sus llegadas, pero le faltaba el colmillo necesario que sí había mostrado en anteriores desplazamientos. Sergio Gómez volvía a probar con su pierna menos buena en un chut raso sin mayores complicaciones para Agirrezabala (m.66).

Un desaparecido Oyarzabal asomaba algunas de sus gotas de calidad en el 78 con un empalme a bote pronto muy complicado de ejecutar y que tampoco encontró la portería rojiblanca para sumar la última oportunidad que iba a tener la Real de puntuar en un San Mamés que se le resiste. Por contra, Guruzeta, al que se esperaba de titular, sí que pudo, aunque un tanto escorado, llevar la tranquilidad a la grada con un duro disparo que atrapó bien colocado Remiro, ya en el tiempo añadido.

Con la tensión propia de lo que hay en juego en un enfrentamiento de estas características, esos minutos extra vivieron un encontronazo físico y verbal entre Yuri y Oyarzabal que no pasó a mayores y cerró un derbi con color zurigorri. La victoria le permite al Athletic recuperar la quinta posición, a dos puntos de la Champions, aunque el Villarreal con un partido menos, mientras que la Real queda instalada en la mitad de la tabla, a la espera de reecontrarse con el triunfo.