Puesta al día

Es necesario frenar, dar marcha atrás, aparcar en batería, revisar la póliza del seguro y el carné de mantenimiento y personarse en un tiempo y un lugar donde no se sufra de la rutina abrasadora que convierte una gran parte de nuestra vida en una sucesión de nombres, cargos y resoluciones ajenas a cualquier noción de interés legítimo, que se nos impone por acción u omisión. Y hacer una ligera puesta al día.

Es posible que hayamos entrado en un uso superficial y contraproducente de la idea básica de salud mental. No banalizar algo que es fundamental nos ayudará de verdad a cuidar nuestra salud mental. Así que tejamos una red de protección de los asuntos que sí deterioran nuestra salud mental de manera casi imperceptible, pero muy persistente, y que nos puede colocar en la antesala de un estado complicado de resolver. La salud, en general y todavía más la mental no es endógena, sino que se alimenta de factores externos, sociales, laborales, de medio ambiente y un catálogo bien detallado.

Por lo tanto, una vez superado el siempre extraño fenómeno de la lotería, en esta ocasión con dos asuntos concretos para abrir serias sospechas sobre el procedimiento, debemos entrar en una tregua explícita, en la alienación social voluntaria, discutir sobre el precio del cava y militar en el «no lo tengo claro» como argumentación transacional de una diplomacia sobrecargada de renuncias para que no acabemos subidos en la espuma de los sinsabores políticos y judiciales producto de la polarización absoluta. Si acaso, mirar a la tabla de clasificación de La Liga, para despistar. Zorionak.