El Alavés lo intentó, pero no pudo doblegar al Barça en Montjuïc (1-0)

El conjunto gasteiztarra logró por momentos imponer su juego al Barça en Montjuïc, especialmente en la primera parte. Sin embargo, la «lógica» del fútbol se impuso y el Barça se lleva tres puntos gracias a un solitario gol de Lewandowski.

El Alavés logró imponer su juego en algunos momentos de la primera parte al Barça, pero no pudo llevarse punto alguno ayer de Montjuïc, ya que lo impidió un solitario gol de Lewandowski.

El partido venía precedido y condicionado por el resultado registrado la víspera en el vecino Cornellà-El Prat. La derrota del Real Madrid ofrecía una oportunidad al FC Barcelona de recortar distancias respecto al líder de la Liga. La victoria del Espanyol, además, suponía que el Alavés cayera a puestos de descenso, por lo que los tres puntos del Lluís Companys eran claves para salir del pozo de los tres últimos.

BUEN INICIO

El Alavés comenzó el encuentro bien posicionado en el campo, logrando frenar el ímpetu del Barça. El Glorioso, incluso, llegó a inquietar la meta blaugrana en los momentos iniciales.

En el minuto 7 Gavi fue sancionado por golpear a Tenaglia. A continuación, se registró un choque entre el propio Gavi y Conechny. El albiazul tuvo que ser retirado en camilla y trasladado a un centro sanitario con un traumatismo craneoencefálico, según informó el club del paseo de Cervantes. Ambos fueron sustituidos por Fermín y Carlos Martín. Aunque Gavi se resistió a dejar el césped, lo pudo hacer por su propio pie. Apenas tras minutos después, Tenaglia se llevó otro golpe de Balde. En el doble sentido de la expresión.

UN BARÇA LEÑERO

En esos momentos, el juego de ambos equipos no reflejaba la diferencia que mantienen en la tabla clasificatoria. De hecho, el Barcelona fue más leñero que el Alavés, amparado por una elevada condescendencia arbitral. A Guridi, por ejemplo, le dieron más palos que a una estera. El fuera de juego fue el mejor defensor blaugrana. Y el que más balones recuperó.

La intervención más destacada del guardameta Owono no se produjo hasta llegado el minuto 42, cuando el cancerbero de Ibaeta tuvo que bloquear un peligroso disparo de Pedri. Hasta entonces, su participación no había sido tan necesaria como se antojaba antes del partido.

En este escenario, el Glorioso logró mantener su puerta a cero al descanso, algo que quizás no pensaban ni los más optimistas.

FLICK MUEVE BANQUILLO

Flick reaccionó y para la segunda parte sentó a un acelerado Araujo sustituyéndolo por Eric García y dejó en el banquillo a Casadó para que entrara De Jong en busca de un mayor mordiente. En los primeros minutos de la segunda parte, la operación pareció oxigenar al equipo blaugrana, que intensificó sus ataques contra la meta de Owono.

Los ataques del Barça se sucedían. Lewandowski estuvo a punto de perforar la meta albiazul, pero no pudo rematar un centro de Yamal. Owono tuvo que hacer una palomita para parar un tiro de Yamal. Y a continuación, Lewandowski abrió el marcador con un remate con el pie dentro del área alavesista aprovechando una asistencia de Yamal (63’).

Fue un duro golpe para el Alavés, que había superado las expectativas. Ejemplo de ello es que Protesoni recibió una tarjeta amarilla desde el banquillo por protestar. Raphinha también recibió su amarilla por protestar al cuarto árbitro cuando abandonaba el césped.

Sin la presión de tenerse que adelantar en el marcador, el Barça logró jugar de una manera más fluida y permitiéndose incluso florituras. El Alavés intentó realizar la proeza y se acercó al área rival, pero con más voluntad que razón, aunque en los últimos momentos se llegó a alumbrar la esperanza.

Al final, el Barça hizo valer su gol y recorta su diferencia con el Real Madrid a cuatro puntos. El Alavés tendrá que seguir luchando para salir de los puestos de descenso, que están a dos puntos. El próximo domingo, ante el Getafe, debe comenzar la remontada. Otro hueso duro que roer. Otra vez a las 14.00.