El M-23 declara una tregua tras tomar Goma y avanzar hacia el sur de Kivu

El grupo rebelde M-23 declaró un alto el fuego «por motivos humanitarios» en el este de la República Democrática del Congo (RDC) a partir de ayer, una semana después de tomar la estratégica ciudad de Goma. El grupo tutsi, apoyado por Ruanda, niega que busque afianzar sus conquistas tras avanzar hacia Bukavu, capital de Kivu-Sur.

La Alianza Río Congo (AFC-M-23, en francés), que integra al M-23, afirmó que «en respuesta a la crisis humanitaria provocada por el régimen de Kinsasa (República Democrática del congo, RDC) declara un alto el fuego a partir del 4 de febrero de 2025, por razones humanitarias».

Tras conquistar Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte de unos dos millones de habitantes, el M-23 asegura que el grupo rebelde no tiene intención de tomar Bukavu, capital de la vecina Kivu del Sur de algo más de un millón de habitantes, hacia donde avanzó la semana pasada.

El M-23 hizo este anuncio después de que el presidente de Kenia, William Ruto, comunicase que los jefes de Estado de la Comunidad de África del Este (EAC) y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC) celebrarán el próximo sábado una cumbre conjunta en la capital de Tanzania, Dar es Salaam.

Está prevista la presencia de los presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi y de Ruanda, Paul Kagame

El M-23 -grupo armado formado principalmente por tutsis, la misma etnia que sufrió el genocidio ruandés de 1994- cuenta con el apoyo militar directo del Ejército de Ruanda, un extremo confirmado por la ONU. Ruanda y el M-23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido corroborada por la ONU.

El lunes se cumplió una semana desde que el M-23 lograra ocupar Goma, capital donde tienen su sede ONG internacionales e instituciones de Naciones Unidas.

Ese día, el grupo rebelde anunció su intención de proseguir con su ofensiva hasta la capital congoleña, Kinsasa y lanzó sus fuerzas hacia el sur del enclave de Kivu, con Bukavu como objetivo.

No es la primera vez que el grupo M-23 ocupa Goma: los rebeldes ya tomaron el control de la ciudad durante diez días en 2012, antes de que la presión internacional forzara su retirada.

Al menos 900 personas murieron en la última ofensiva, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que ha alertado de que «muchos cadáveres cubren todavía las calles de la ciudad». 2.000 habrían sido enterrados en los últimos días, según el portavoz del Gobierno de la RDC, Patrick Muyaya, que añadió que el balance no incluye a los inhumados en fosas comunes. Los heridos superan los 3.000.

La actividad armada del M-23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte, zona rica en minerales raros, sobre todo el coltán. En estos tres años se han declarado seis altos el fuego.

Wagner, guardia pretoriana del dictador guineano

La firma rusa de Wagner ha desplegado mercenarios en Guinea Ecuatorial para proteger al presidente de. Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, y su familia, confirman fuentes militares y gubernamentales.

«No sabemos para qué están aquí. Solo vemos que están vigilando a todo el que quiere acercarse al jefe (Obiang)», declaró a Efe un funcionario de la Presidencia ecuatoguineana bajo condición de anonimato. Un coronel del Ejército, también bajo anonimato, consideró el despliegue de los mercenarios como «una falta de consideración».

Los mercenarios vigilan en la capital, Malabo, el Palacio del Pueblo, sede presidencial, y la residencia del vicepresidente, Teodoro Nguema Obiang, conocido como 'Teodorín' e hijo del dictador; la ciudad de Bata (primera urbe de la parte continental del país) y el pueblo natal de Obiang, Akuakam. GARA