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EL INFIERNO EN GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

Hungría se desvincula de la Justicia internacional y recibe a Netanyahu

El Gobierno de Hungría apuntaló la impunidad dBenjamin Netanyahu, al recibir al primer ministro israelí en su visita a Budapest, en lugar de detenerlo como ordenó el Tribunal Penal Internacional. Además, el Ejecutivo de Viktor Orban dio otro golpe a la legislación internacional al anunciar la ruptura con el TPI.

Benjamin Netanyahu y Viktor Orban pasan revista a una guardia de honor en Budapest. (Attila KISBENEDEK | AFP)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegó a territoriode la Unión Europea en la madrugada del miércoles sin ningún contratiempo a pesar de que sobre él pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra y lesa humanidad.

Su anfitrión, Hungría, no solo dio otro paso para apuntalar la impunidad de Netanyahu -a quien las fuerzas de seguridad húngaras deberían haber detenido-, sino que lo hizo dando un golpe a la arquitectura de la Justicia y la legalidad internacional al anunciar su retirada del TPI.

El principal responsable de la muerte de más de 50.000 personas en Gaza, entre ellas alrededor de 20.000 niños, fue recibido por el ministro húngaro de Defensa, Kristof Szalay-Bobrovniczky, y se reunió con su homólogo húngaro, Viktor Orban, ratificando el acercamiento entre sionismo y ultraderecha europea.

Ambos mandatarios comunicaron la retirada húngara del TPI al presidente de EEUU, Donald Trump, que también ha puesto al tribunal en el punto de mira de sus ataques.

El Gobierno de Orban ya había dado pasos en contra de los consensos internacionales con la apertura de una oficina comercial con estatus diplomático de Hungría en Jerusalén en 2019, y se especula con la posible mudanza de la Embajada húngara a esa ciudad. Ayer, a la vez que recibía a Netanyahu, el Ejecutivo de Hungría anunció que iniciará el procedimiento de retirada del TPI y Orban lo justificó porque considera que se ha convertido en «un tribunal político», y puso como ejemplo las investigaciones abiertas contra Israel y algunos de sus líderes.

Orban no está tan solo El alegato sirvió para que Netanyahu lanzara las habituales acusaciones contra organismos internacionales y Estados que cuestionan las atrocidades en Palestina. Así, agradeció a Orban la decisión de sacar a Hungría de «una organización corrupta» y apeló al victimismo al definir a Israel como «una democracia que lucha por su existencia». Orban y Netanyahu utilizaron también la carta del antisemitismo, que el primer ministro húngaro aprovechó para su propia agenda al vincularlo con el auge de la inmigración, y reivindicó a su país como una «isla» dentro de la Unión Europea en cuanto a la defensa de «los valores judeocristianos».

Pero el Gobierno del ultra Orban no es una isla en la UE, en la defensa de la impunidad de los crímenes israelíes.

Aunque Budapest ha llevado esta postura hasta la ruptura con el TPI, Alemania y el Estado francés de forma expresa, y otros de forma tácita, ya dinamitaron la jurisdicción de la corte cuando anunciaron que ignorarían la orden de arresto contra Netanyahu. «En caso de que (Netanyahu) planee una visita a Alemania, le he garantizado que encontraremos vías y medios para asegurar que puede hacerlo e irse sin ser arrestado», llegó a afirmar el canciller alemán, Fiedrich Merz, que anunció una próxima invitación a Netanyahu.

Otros miembros de la UE tampoco han llegado a aplicar medidas que limiten la impunidad y han seguido vendiendo armamento o manteniendo relaciones normalizadas.

Más allá de Europa, Donald Trump llegó a aplicar sanciones contra miembros del Tribunal Penal Internacional.

Cuando Orban invitó a Netanyahu a visitar Budapest ya repitió que no iba a ejecutar la orden de detención alegando que las decisiones del TPI «no están reconocidas» en el código penal húngaro y que el Tribunal con sede en La Haya «no tiene derecho» a procesar a Netanyahu.

HUNGRÍA ESTÁ OBLIGADA

Hungría firmó el Estatuto de Roma en 1999 y lo ratificó en 2001, pero no ha reconocido en su código penal las disposiciones del TPI, que tiene como mandato enjuiciar crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad cuando los Estados no están dispuestos o no pueden hacerlo por sí mismos.

Hasta la fecha, solo dos países han abandonado el TPI, fundado en 2002: Burundi, en 2017, y Filipinas, en 2019.

El propio TPI aclaró ayer que Hungría tiene la obligación jurídica de ejecutar las decisiones del tribunal. «La Corte depende de los Estados para ejecutar sus decisiones. Esto no solo constituye una obligación jurídica para con la Corte en virtud del Estatuto de Roma, sino también una responsabilidad hacia los demás Estados partes», manifestó.

En caso de dudas emplaza a consultar a la propia Corte, pero recalcó que «no les corresponde a los Estados determinar unilateralmente la solidez de las decisiones judiciales» del Tribunal, sino que el Estatuto de Roma, por el que se constituyó, establece que toda controversia «se resolverá mediante la decisión de la Corte».



Otra masacre de niños en una escuela de Gaza

El Ejército israelí mató a al menos 31 personas, incluidos 18 niños, e hirió a un centenar al bombardear la escuela Dar al-Qaram «con misiles de enorme poder destructivo», según las autoridades palestinas, que advirtieron de que «un gran número de mártires y heridos» no pudieron ser trasladados a los pocos centros sanitarios que funcionan en la zona. Las imágenes de los cuerpos de los niños sacados de entre los restos del edificio, que albergaba a miles de desplazados, daban cuenta de la brutalidad del ataque. «Esto constituye un nuevo crimen brutal con el que el Gobierno fascista de ocupación sigue atacando a civiles inocentes, como parte de su campaña genocida», denunció el Ejecutivo gazatí, que recordó que se suma a la «intensificación de los desalojos forzosos, la imposición de una política de hambruna y el cierre de los pasos fronterizos a todas las necesidades vitales».

La matanza se produjo después de que entre el mediodía del miércoles y de ayer, Israel matara a otro centenar de personas. Trece de ellas formaban parte de las familias Al-Aqqad y Miqdad, que fueron atacadas en viviendas y tiendas de campaña en Jan Yunis.GARA