MAY. 18 2025 ANZU, GATO FANTASMA Una caricia animada Gaizka IZAGIRRE HERNANI Anzu, gato fantasma” es una fábula moderna que mezcla lo cotidiano con lo fantástico a través de la figura de Anzu, un gato fantasma enviado para cuidar de una niña. Con una estética delicada y un tono introspectivo, la película propone una mirada amable al duelo y la transformación emocional, aunque no siempre logra sostener su premisa con la fuerza que promete. Visualmente, hay que reconocer que la película es una delicia. El estilo de animación minimalista recuerda al arte de bocetos en movimiento y las transiciones entre lo cotidiano y lo mágico están tratadas con sutileza. Uno de los mayores aciertos de “Anzu, gato fantasma” es su capacidad para hablarle tanto a niños como a adultos. Los pequeños encontrarán en Anzu una figura cómica y entrañable, mientras que los adultos reconocerán en la relación central una reflexión sincera sobre el duelo, el desapego y la necesidad de conexión. Sin embargo, la película tarda en llegar al núcleo de su historia. Durante buena parte del metraje, la narrativa avanza de manera dispersa, sin un foco claro, lo que puede generar cierta desconexión con los personajes. Más allá de su encanto visual, la película no destaca demasiado ni en lo formal ni en lo narrativo. Todo está correctamente cuidado, sí, pero sin tomar riesgos. El guion se apoya en estructuras ya muy vistas y no ofrece giros ni enfoques realmente nuevos. Es una película tierna, contemplativa y visualmente muy atractiva, que brinda una experiencia emotiva y agradable, aunque sin dejar una gran marca. Es de esas películas que se recuerdan más por el tono y la calidez que transmiten, que por la potencia de su relato. Una obra que acaricia más que sacude: entra por los ojos y el corazón, pero no llega a dejar una huella profunda.