Pogacar derriba el Muro de Bretaña y recupera el preciado amarillo

El esloveno del UAE se vistió nuevamente con el maillot amarillo de líder al lograr su segunda victoria en este Tour. Lo hizo al sprint ante su máximo rival, el danés Jonas Vingegaard, el único que le salió a rueda en los metros finales de una etapa rota.

El esloveno Tadej Pogacar (UAE) volvió a desplegar en todo su esplendor el maillot arcoíris de campeón mundial para imponerse en un reducido sprint entre favoritos en una llegada simbólica, en el ‘Alpe D’Huez de Bretaña’, remarcando el color amarillo del maillot de líder.

En la cota bretona alzó los brazos con autoridad, firmando su victoria número 19 en la Grande Boucle, la segunda en la presente edición, la decimotercera de la temporada y la 101 en su palmarés. Números que intimidan.

En la victoria en el Muro de Bretaña bonificó 10 segundos y añadió 2 sobre el danés Vingegaard y el británico Oscar Onley. Dentro del grupo principal entró despidiéndose del maillot amarillo Mathieu Van der Poel, a 1:20.

El pelotón salió disparado desde el banderazo de salida. En la primera hora se cubrieron 53,7 km, y poco después se formó el quinteto de fugitivos con presencia del Movistar con Iván García Cortina, junto al más veterano del pelotón y ganador de Tour, Geraint Thomas, Baudin, Haller y Costiou.

HOMENAJE A HINAULT

Al paso por Yffiniac, el pueblo natal de Bernard Hinault, a 76 de meta, la fuga contaba con 1:40 de ventaja. El mito local, con 5 Tours y las 3 grandes en su excelso palmarés, se montó en el coche del director del Tour para vivir los últimos kilómetros. El pueblo entero estuvo con su eterno ídolo.

El UAE decidió evitar el éxito de la escapada tirando a bloque al frente del pelotón. A las operaciones del UAE se unió el Visma de Jonas Vingegaard en el primer ascenso al Muro de Bretaña (4ª, 1,6 km al 4,1%). Ritmo elevado y escapada finiquitada, claudicando uno a uno cada uno de sus componentes.

No insistió el Visma en el descenso, volvió a tomar el mando el UAE atizando un ritmo que seleccionó a los 30 corredores que se iban a jugar la etapa. Eso sí, a falta de 6 kms hubo una caída en la que se vio involucrado Joao Almeida, compañero y mano derecha de Pogacar. Por suerte, el portugués pudo terminar la etapa, aunque habrá que ver si le deja secuelas o no.

El control del conjunto emiratí lo discutió Evenepoel en el segundo y definitivo ascenso al Muro de Bretaña, pero el doble campeón olímpico se abrió para que se siguieran explicando los hombres de Tadej Pogacar.

Quedaron al frente los nombres ilustres. Narváez le puso la alfombra roja a Pogacar, desbrozó la pista y el esloveno lanzó la carta ganadora de golpe, un impacto ganador, incontestable. El maillot amarillo retornó a su lugar natural, las espaldas de un corredor llamado a marcar una época, como Bernard Hinault, otro espejo donde mirarse.