«Desolación y desánimo» tras las tormentas en Rioja Alavesa

La consejera de Agricultura de Lakua, la jeltzale Amaia Barredo, reconoció ayer que «hay gran desolación y desánimo entre los viticultores» de Rioja Alavesa tras las últimas tormentas, y anunció «apoyo» institucional. Bodegueras como Estibaliz Besa, de Bodegas Cándido Besa, desconfían de estas palabras y piden a las instituciones medidas estructurales. «Estamos sobreviviendo».

«Hay gran desolación y desánimo entre los viticultores». Así lo reconoció ayer la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca de Lakua, Amaia Barredo, que advirtió del impacto «muy fuerte» de las tormentas en los viñedos de Rioja Alavesa.

En una declaración remitida por su departamento a los medios de comunicación, Barredo aseveró que, si bien el granizo y las fuertes lluvias han afectado al conjunto de la cuadrilla, la incidencia ha sido especialmente notable en las localidades de Samaniego, Navaridas, Leza y Eskuernaga.

La consejera Barredo explicó que el pedrisco provoca una herida en las vides que facilita la penetración del hongo mildiu, cuya incidencia, según señaló la Diputación foral de Araba la semana pasada, está siendo «muy superior» a la de los últimos años.

«El hongo afecta al sistema inmune del viñedo, poniendo en peligro la producción de las zonas más afectadas», manifestó Barredo, que dio cuenta de «años de malas campañas» agravadas por una situación de mercado «complicada».

Basta con recordar que el pasado otoño, poco después de comenzar la vendimia, el diputado general, Ramiro González, alertó de que en Rioja Alavesa hay 200 millones de litros de vino, el equivalente a casi tres añadas, almacenado en bodega sin vender.

«El motivo es que se vende menos de lo que se produce, porque ha bajado el consumo», explicó González, incidiendo en que el mercado chino para los vinos de Rioja Alavesa ha disminuido un 50% «de golpe» y que el británico ha caído casi por completo.

Pese a la crudeza que reflejan estos datos, la consejera Barredo se mostró ayer convencida de que «con la profesionalidad de nuestro sector y el apoyo de las administraciones vamos a salir adelante».

«ESTAMOS SOBREVIVIENDO»

En declaraciones a GARA, Estibaliz Besa, de Bodegas Cándido Besa, afirmó que la situación actual «es muy mala», y apuntó que se ha agravado por una combinación de calor y tormentas que ha propiciado la propagación del mildiu, una afección que no está cubierta por los seguros.

Sobre el «apoyo» anunciado por Barredo, subrayó que, si bien las ayudas siempre son bien recibidas, es preciso adoptar medidas estructurales. «Dicen que Rioja Alavesa saldrá adelante, ¿pero cómo? No lo vemos», añadió.

Advirtió asimismo de que los problemas se repiten año tras año «y no sabemos cuál será nuestro futuro». «Sobrevivimos», destacó antes de hacer hincapié en que las pequeñas bodegas de Rioja Alavesa corren el riesgo de desaparecer. «Hace 30 años éramos 700 y ahora no llegamos a 200», lamentó Besa.