El valor de un táper

Cruzado mágico, votaciones que apestan, situaciones prefabricadas para que el odio germine, la barbarie israelí en Gaza llega a extremos incalificables. Imposible mantenerse al margen, insoportable la tibieza de la comunidad internacional, inabordable el crimen constante, el genocidio, la exterminación de un pueblo de manera sistemática y programada desde cualquier actitud mínimamente humanista. ¿Hasta dónde llegará esta actitud asesina, con bombardeos indiscriminados, disparos a quienes acuden a buscar alimentos, y provocando una hambruna directa? Hasta que cumplan sus objetivos monstruosos, eliminar a los palestinos, hacerse con toda la franja e instaurar allí una zona turística con el apoyo de Trump. Escribir estas frases conmociona. Son objetivos declarados, no especulaciones y para ello deben continuar matando y forzando un exilio. El hambre ha llegado hasta los periodistas desplazados a la zona. Y de repente aparece en el radar la palabra táper. Y uno piensa cómo soñarán las personas en Gaza tener un táper a mano. Tremenda imagen. Hay que boicotear por activa y pasiva y de manera contundente al Estado de Israel.

El táper es una invocación de Ayuso para justificar el uso particular de un edificio público en una de sus intervenciones públicas más lamentables que se solapa con que una emergente dirigente pepera auspiciada precisamente por Feijóo y Ayuso, Noelia Núñez, que ha mentido sobre su currículum de manera flagrante en instancias institucionales. Una costumbre amparada por múltiples chiringuitos universitarios privados de la extrema derecha.