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EDITORIALA

Enviser: las lecciones de una huelga


La plantilla de Enviser, la contrata que gestiona los parques y jardines de Gasteiz, dio el martes su visto bueno al acuerdo negociado por los sindicatos con la empresa y el Ayuntamiento. El nuevo convenio mejorará sustancialmente sus condiciones laborales en ámbitos como los salarios -5.000 euros más en tres años- o la jornada, que se reducirá 108 horas anuales. Junto a ello, la plantilla podrá acogerse a contratos de relevo, tendrá mejoras en las licencias y permisos, así como un aumento del tiempo de bocadillo, entre otros.

Todos estos avances, evidentemente, no han caído del cielo. Son el resultado de una larga y dura huelga de seis meses con final feliz, cerrada con un acuerdo que, materialmente, disfrutarán los y las trabajadoras, pero que sirve al resto de la sociedad. El primer apunte, en este sentido, es para quien pone en duda la utilidad de las movilizaciones sindicales, así como para quien lamenta que Hego Euskal Herria sea territorio de huelgas, pese a tener mejores salarios que la media estatal. Dejando a un lado el evidente mayor coste de la vida en tierras vascas, la ecuación funciona a la inversa: hay mejores salarios, entre otras cosas, porque hay mayor movilización.

Pero el desenlace de la huelga ofrece más lecciones. Además de dejar en muy mal lugar a los responsables municipales -con mención especial para la concejala Beatriz Artolazabal-, pone el foco en las condiciones laborales de quienes ofrecen un servicio público, como es el cuidado de los parques y jardines de una ciudad, pero a través de subcontratas privadas, lo cual a menudo sirve para degradar la calidad de los puestos de trabajo. La huelga también ha demostrado que, pese a ese contexto desfavorable, hay posibilidades de lucha y mucho margen de mejora. La pelota, en estos casos, acostumbra a estar en el tejado de las instituciones públicas, que son las que ponen las condiciones a las subcontratas. Es importante subrayar que, aunque se privatice la gestión, el servicio sigue siendo público. Para acabar, siempre es una buena noticia, para las trabajadoras, y para el anhelo de un marco propio de relaciones laborales, poner coto a la estatalización y lograr convenios acordados en base a la realidad de Euskal Herria.