OCT. 12 2025 Colectivos esperan una solución real tras el desalojo de Zorrotzaurre Colectivos sociales valoraron positivamente el anuncio del Gobierno de Aburto de «itinerarios individuales» para las personas desalojadas de los pabellones abandonados de Zorrotzaurre, aunque dudan de sus motivaciones y temen que sea una mera estrategia. Comparecencia de los colectivos sociales en Zorrotzaurre. (Oskar MATXIN | FOKU) GARA BILBO {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} En una comparecencia en Zorrotzaurre, colectivos sociales valoraron ayer los desalojos practicados el jueves en pabellones abandonados de la Ribera de Deusto y Zorrotzaurre. Destacaron el cambio observado «con respecto a actuaciones precedentes», aunque siguen manteniendo sus reservas sobre si responde a una voluntad real o a «una mera estrategia para conseguir vaciar esos pabellones». El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, señaló este viernes que las 80 personas desalojadas el jueves de los pabellones de Lancor y Consonni, en Zorrotzaurre, se encontraban alojadas y anunció que el Ayuntamiento buscará «proyectos itinerarios individuales para poder desarrollar una incorporación social» de ellas. Ongi Etorri Errefuxiatuak y Erriberako Harrera valoraron positivamente que se adoptasen vías en consonancia con lo que venían reclamando, que no se produzcan desalojos sin ofrecer alternativas dignas para las personas que se ven desplazadas a la fuerza. «Lo que hemos visto hasta ahora nos parece un buen principio», señalaron, pero «tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo». Según indicaron, «solo el tiempo dirá si la última actuación municipal se corresponde con una voluntad real o si, por el contrario, se reduce a una mera estrategia para conseguir vaciar estos dos pabellones, en concreto con la premura que venían reclamando y con el menor ruido posible» «No se puede bajar la guardia», destacaron, ya que «el desarrollo del propio plan urbanístico hace tiempo lleva produciendo episodios similares y nos augura próximos y variados episodios más pronto que tarde». A este respecto, ambos grupos recordaron que «hace ya más de 20 años de la puesta en marcha de este macroproyecto de ‘regeneración urbana’ y, desde la implementación del mismo, hemos asistido a un sinfín de hitos propagandísticos que, de momento, solo se ven plasmados en el desarrollo real de las grandes promociones inmobiliarias». En ese contexto, los citados colectivos subrayaron que, de forma silenciada, se ha producido «un progresivo incremento de la presión sobre los vecinos que han ido habitando tanto en chabolas como en pabellones abandonados. Siempre han querido dejar claro que estorban en el ‘nuevo Manhatan’». HUMILLACIÓN Y AMENAZA Según denunciaron, «el acoso» y la «vulneración de derechos: visitas policiales una noche sí y otra también sin ninguna justificación, detenciones ilegales, registros sin garantías, cortes de luz y agua en los pocos sitios en los que había, avisos y notificaciones ‘alegales’ para abandonar el lugar donde viven», han sido una constante. Apuntaron al respecto que muchas de las actuaciones se han basado en la «humillación y en la amenaza» contra personas en situación de exclusión. «Un lugar en el que los problemas sociales se abordan únicamente mediante la exclusión y la represión está lejos de ser el barrio o la ciudad en la que queremos vivir», sentenciaron. Recordaron, además, que «la legislación vigente reconoce estos lugares como morada, y que incluso una chabola o una tienda de campaña constituyen un domicilio a efectos de protección, por lo que cualquier desalojo exige el cumplimiento de una serie de protocolos y requisitos como, entre otros, notificación y autorización judicial previa». DESCONFIANZAOngi Etorri Errefuxiatuak y Erriberako Harrera advierten que solo el tiempo dirá si la reciente actuación municipal responde a una voluntad real o si fue una estrategia para desalojar los pabellones con rapidez y sin ruido.