OCT. 25 2025 REAL Saca la cabeza del agua aferrada a Mikel Oyarzabal como flotador Los donostiarras suman la segunda victoria y abandonan posiciones de descenso merced a un doblete de su capitán. Partido de menos a más, con minutos muy buenos en el final de la primera parte y el inicio de la segunda, aunque hubo que sufrir al final. Mikel Oyarzabal corre a celebrar uno de los dos goles de la Real ante el Sevilla. (Jon URBE | FOKU) Imanol INTZIARTE {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Bocanada de oxígeno. Había que ganar al Sevilla, por lo civil o por lo criminal, que diría Luis Aragonés, y los tres puntos se quedaron en Anoeta. Segunda victoria de la temporada y pequeña escalada hasta la posición 14ª, aunque falta por jugarse el resto de la jornada. Apareció el de siempre, Mikel Oyarzabal, para mostrar su letal eficacia desde los once metros, marcar el segundo como un ‘killer’ y tirar de su equipo con un despliegue físico y una entrega descomunales. Seguirá habiendo quien le ponga en duda, porque de todo hay en la viña del Señor. No se habían cumplido ni 30 segundos cuando el Sevilla dio el primer susto con un centro desde la izquierda del veterano Alexis Sánchez y un remate de Carmona que se fue alto. Muchos ni se habían sentado y ya estaban al borde de necesitar desfibrilador. Los hispalenses comenzaron mejor, con cuatro corners lanzados en el primer cuarto de hora, ante una Real que parecía atenazada por los nervios. Pero lo que son las cosas, Guedes metió un balón al corazón del área, Herrera y Cardoso pelearon por él y el esférico golpeó en el brazo extendido del defensor portugués. Once metros y Oyarzabal mostrando su altísima eficiencia -27 de 30 en Liga, 90%-. Diez minutos tardó en empatar el Sevilla con una falta botada cerca del corner que Gudelj empalmó desde el bortocó en Gorrotxa y se coló en la portería de Remiro. Como a perro flaco todo son pulgas, Yangel Herrera pidió el cambio por molestias en el soleo derecho y en su lugar salió Soler. El partido era una montaña rusa, y un mal saque de banda de los sevillistas se convirtió en un balón suelto en el área que Mikel ‘juega por decreto’ Oyarzabal cazó a la media vuelta para cruzar perfecta a la red de Odisseas. Esta vez sí, el gol asentó a los blanquiazules, que cerraron una primera mitad de menos a más e incluso pudieron anotar el tercero en un remate de Soler con poco ángulo que tapó el meta. La Real se marchaba a vestuarios por delante, que no es poco. A FALTA DE LA PUNTILLA No le debió gustar a Almeyda el desempeño de los suyos a la vuelta del descanso, porque no tardó ni diez minutos en realizar un triple cambio. El Sevilla estaba maduro, pero había que darle la puntilla. No lo hizo, y poco a poco los visitantes iban inclinando el campo a su favor. Sergio reaccionó con un triple cambio, metiendo a Aihen, Turrientes y Zakharyan, adelantando la posición de Sergio Gómez (m.70). Remiro no pasaba apuros, pero lo corto del resultado y la situación del equipo tenían a Anoeta en un sinvivir. Los realistas corrían tras cada balón como si no hubiese un mañana. Casi sentencia Sergio Gómez tras un error el meta sevillista. Los tres minutos de alargue se hicieron eternos, pero un último despeje de puños del meta de Cascante y el pitido final del árbitro fueron una liberación. BULTZADAConscientes de la importancia del choque de anoche, los aficionados de Bultzada entraron a su grada dentro de Anoeta media hora antes de comenzar el encuentro para animar al equipo desde el inicio del calentamiento.