NOV. 05 2025 El 1% acapara el 41% de la nueva riqueza y el 50% sobrevive con el 1% Un nuevo estudio, en este caso dirigido por el premio Nobel Joseph Stiglitz, constata la insoportable desigualdad en el reparto global de la riqueza. Mientras el 41% de la nueva riqueza generada es acaparada por el 1% de la población, el 50 % más pobre solo tiene acceso a otro 1%. Advierte de las consecuencias para la estabilidad política y económica. Un hombre recoge plásticos para ganarse la vida en Túnez. (Fathi BELAID | AFP) GARA NAIROBI {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} El 1% más rico del planeta acaparó entre 2000 y 2024 el 41% de toda la nueva riqueza generada en ese periodo, mientras que solo el 1% fue a parar al 50% más pobre, según alertó ayer un informe sobre desigualdad global dirigido por el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. El estudio, elaborado por encargo de la presidencia sudafricana del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes), indica que en ese período la riqueza promedio del 1% más pudiente aumentó en 1,3 millones de dólares, frente a los 585 dólares del 50% más pobre. Stiglitz encabeza el Comité Extraordinario de Expertos Independientes sobre la Desigualdad Global, creado por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, que en este informe analiza las causas y efectos de la desigualdad en un contexto de creciente concentración de ingresos y riqueza en los niveles más altos, frente a las dificultades de amplios sectores de la población para sobrevivir o llegar a fin de mes. El comité propone crear un Panel Internacional sobre la Desigualdad, inspirado en el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, a fin de orientar las políticas públicas sobre igualdad a escala global y nacional. Concebido como un órgano técnico centrado en datos y análisis, el panel podría contar con el apoyo de países promotores -no necesariamente miembros del G20-, con las agencias multilaterales como principales partes interesadas. «Ya entendemos que enfrentamos una emergencia climática; ha llegado el momento de admitir que también vivimos una emergencia de desigualdad. No se trata solo de una injusticia que socava la cohesión social, sino también de un problema económico y político», señaló Stiglitz, y añadió que «algunos de los peores efectos de la desigualdad recaen sobre la democracia». AMENAZA PARA LA DEMOCRACIA En esta línea, el informe avisa de un debilitamiento de los grupos de ingresos medios en muchas regiones del mundo, reflejado en una mayor inseguridad económica y en la precariedad de las condiciones materiales de vida, lo que, advier- te, puede tener consecuencias significativas para la estabilidad económica y política. Además, subraya que fenómenos recientes como la pandemia de covid-19, la guerra en Ucrania y las nuevas disputas comerciales han creado una «tormenta perfecta» que agrava la pobreza y la desigualdad: una de cada cuatro personas en el mundo se salta comidas regularmente, mientras la riqueza de los multimillonarios alcanza máximos históricos. El informe señala que el 83% de los países -que concentran el 90% de la población mundial- cumple la definición del Banco Mundial de «alta desigualdad», y estos tienen siete veces más probabilidades de sufrir retrocesos democráticos que los más igualitarios. El informe propone actuar en tres frentes para aliviar la desigualdad. En el plano internacional, aboga por reformar las normas económicas y comerciales, así como rediseñar las reglas de propiedad intelectual, además de garantizar una tributación «justa» de las multinacionales y de los denominados ultrarricos. A nivel estatal recomienda fortalecer la protección laboral, reducir la concentración empresarial, gravar las grandes ganancias de capital, invertir en servicios públicos y aplicar políticas fiscales más progresivas. Asimismo, y ante la actual «volatilidad» geopolítica, llama a promover nuevos modelos de cooperación internacional que impulsen colabora- ciones en materia fiscal, comercial y de transición verde. HERENCIAEl estudio también alerta del aumento de la riqueza heredada: se prevé que 70 billones de dólares se transfieran a herederos en los próximos diez años, lo que plantea un reto para la movilidad social y la igualdad de oportunidades.