NOV. 06 2025 EDITORIALA La universidad y el país merecen elevar el nivel {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} El consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, respondió el domingo con un artículo poco medido y bastante alejado del respeto institucional a la demanda del rector de EHU, Joxe Ramon Bengoetxea, de una mayor financiación para la universidad pública. Aunque el martes en comisión parlamentaria se mostró más cauto, el exrector, ahora consejero, ha sido poco riguroso en los argumentos y poco elegante en las formas. Pérez Iglesias trató de reducir las demandas universitarias a un mero intento de subir salarios, acusó al equipo rectoral de falta de proyecto académico y sugirió que actúa guiado por intereses partidistas. Como invitación al diálogo, no parece un gran inicio. Más si se tiene en cuenta que Pérez Iglesias, como rector, también se estrenó criticando la infrafinanciación pública de EHU, en unos años en los que el porcentaje del presupuesto total destinado a la universidad era mayor. Cabe invertir la pregunta: ¿Que el equipo rectoral que dirige la institución en estos momentos no esté alineado con los partidos del Gobierno tiene que ver con la virulencia del consejero ante unas demandas que sí sostenía cuando fue rector? La principal universidad pública del país es materia lo suficientemente sensible como para que todos los implicados actúen con prudencia y responsabilidad. Que la partida presupuestaria para EHU crece es tan cierto como que el monto sigue estando muy lejos del 1% del PIB establecido como objetivo en la Ley de Universidades. Durante los últimos años, el presupuesto real liquidado ha superado al inicialmente previsto, lo que deja entrever una trampa contable que no es de recibo: si saben que las necesidades financieras de la universidad son, en realidad, mayores de lo consignado de inicio, ¿por qué no ajustan el presupuesto inicial? Cabe confiar en que la crisis se reconduzca, porque tanto Pérez Iglesias como Bengoetxea son creíbles al situar a EHU como prioridad. Pero el choque es un síntoma más de uno de los males del Gobierno de Pradales, cuyo discurso sobre la excelencia y la cooperación casa muy mal con la mediocridad y el sectarismo que reflejan algunas posturas oficiales.