Un error en la recta final priva al Eibar de su primera alegría a domicilio

Más de una hora vivió el Eibar ilusionado con la posibilidad de celebrar su primera victoria a domicilio de la temporada y dar continuidad, de paso, a la que celebró la semana anterior en Ipurua para despegarse definitivamente de la zona caliente. Pero un error permitió al Sporting marcar a un cuarto de hora del final, neutralizando la ventaja visitante, y sellar el reparto de puntos.

El partido empezaba con sorpresa. Con el objetivo de «competir mejor» y evitar las «sensaciones de fragilidad» que ha ofrecido su equipo como visitante, Beñat San José decidió alinear a tres centrales, aunque posiblemente lo más llamativo fue ver a Corpas en el lateral zurdo, con Buta y Arrillaga en el banquillo.

No empezó mucho mejor el partido que los anteriores porque en tres minutos el Sporting forzó un córner y consiguió rematar una segunda jugada dentro del área. Por suerte, ahí acabaron las similitudes y esta vez los armeros no solo sobrevivieron a esa primera acometida rival, sino que llegaron al minuto cinco mandando en el marcador. Fue una rápida acción por la izquierda que organizaron entre Bautista y Corpas para que el jienense marcara el 0-1.

Poco más volvió a asomarse el Eibar al área local en la primera parte. El Sporting reaccionó y a su rival solo le dio para proteger su ventaja. Se lució Magunagoitia repeliendo sendos chutazos de Gaspar y Gelabert, poco antes de que Arambarri se retirase en camilla por un golpe en la cabeza. Jair, sin minutos desde septiembre, ocupó su vacante.

No afectó demasiado al desarrollo del juego. La iniciativa siguió en manos del Sporting aunque su ocasión más clara necesitó del regalo de Arbilla y del error del árbitro, que concedió una falta en la frontal. Corredera intentó sorprender a Magunagoitia pero el portero vizcaino estuvo atento y los azulgranas se fueron a vestuarios en ventaja.

Y volvieron mucho mejor del descanso. Esta vez no se limitaron a ver cómo el Sporting intentaba neutralizar su ventaja y aunque eso le forzó a asumir riesgos, buscó la sentencia con fortuna relativa. Tuvo más balón que antes y lo acercó al área con peligro pero, como casi siempre, le faltó destreza, a veces en el remate y otras en el último pase.

La ley del fútbol se cumplió y tocó lamentar la falta de puntería. En el 76, a Jair se le escapaba el balón, que se llevó al área Dubasin para que el propio central le trastabillara allí. Penalti a favor del Sporting y gol de Dubasin.

Para entonces, los rojiblancos ya apretaban con ganas y el gol les fortaleció el ánimo para seguir intentándolo. Trató de no encerrarse el Eibar y en el intercambio final de amenazas, Corpas estuvo cerca de repetir con un remate desde la frontal pero Yáñez evitó que se escapara más de un punto del Molinón.

Las tablas relajan la mala racha de los eibarreses, que habían enlazado cinco derrotas a domicilio, pero les mantienen más cerca del descenso que del play-off.