NOV. 20 2025 LEO & LOU Cuando el cine abraza sin empalagar Gaizka IZAGIRRE HERNANI {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Hay que admitirlo: los críticos de cine tendemos, con frecuencia, a ponernos intensitos. Entre tanto estreno uno termina olvidando que el cine también puede ser un refugio. Por eso, cuando aparece una feel good movie en medio del huracán de dramas existenciales y distopías moralistas, uno no puede sino agradecerla. “Leo & Lou” pertenece a esa especie de películas que, sin aspirar a revolucionar el séptimo arte, logran algo más valioso: reconciliarnos, aunque sea un ratito, con la idea de que el mundo no está del todo perdido. Sí, parte de un terreno más que conocido -niña inocente y el adulto cascarrabias que acaban redimiéndose mutuamente-, pero lo hace con delicadeza y sentido del humor. Leo, una niña de diez años recién escapada de un centro de acogida, se cruza por azar con Lou, un hombre de esos que parecen tener la amabilidad guardada bajo llave. Él, convencido de estar haciendo una buena obra, decide devolverla a “casa”; sin saber que, en realidad, acaba de ser reclutado como compañero de fuga rumbo a una competición de pesca. Así da comienzo el viaje de esta insólita pareja: una niña que no habla y un hombre que preferiría no escuchar. “Leo & Lou” es, en esencia, una delicada fábula sobre las segundas oportunidades y sobre ese hallazgo de nuestro lugar en el mundo. La película se desliza con elegancia entre la ternura y la comedia, esquivando con astucia el empalago y apostando por una sensibilidad que conmueve sin recurrir a los golpes bajos. Claro está, este tipo de propuestas camina siempre sobre terreno resbaladizo: el del sentimentalismo prefabricado y la lágrima fácil. Y sí, “Leo & Lou” tropieza de tanto en tanto con alguno de esos clichés, pero lo cierto es que consigue redimirse gracias a la sinceridad de su mirada.