Polonia continúa con la persecución judicial contra Pablo González

El Tribunal de Distrito de Varsovia celebró ayer una audiencia previa en el caso del periodista vasco Pablo González. La vista fue a puerta cerrada, al considerar que la cuestión afecta a «la seguridad nacional polaca». La acusación contra González es «espionaje a favor de Rusia», la misma por la que estuvo preso en Polonia durante cerca de 900 días en condiciones extremadamente duras.

Según señaló la agencia PAP, la jueza Anna Ptaszek fijó la fecha del 25 de febrero para la siguiente audiencia del proceso. La Fiscalía reclamó esta nueva fecha para intentar conseguir que se entregue una citación a González, un requisito que establece la legislación polaca.

La Justicia polaca ha mantenido en suspenso el proceso, después de que el periodista fuera liberado en el marco de un intercambio de prisioneros en agosto de 2024. Justo un año después, lo reactivó. En un artículo publicado en GARA en marzo, González denunció que era el único prisionero liberado en el intercambio que seguía siendo procesado. Fue detenido en febrero de 2022 en la frontera entre Polonia y Ucrania por la Agencia de Seguridad Interna polaca (ABW).

Así, explicó que el expresidente de EEUU Joe Biden firmó amnistías para los presos que salieron de sus cárceles y que varios países europeos encontraron fórmulas legales para hacer lo mismo. También Rusia procedió a tomar medidas similares. Polonia sigue siendo la excepción, manteniendo lo que el periodista definió como «un proceso zombi».

RESIDENCIA EN MOSCÚ

En la actualidad, Pablo González reside en Moscú y una eventual condena de la Justicia polaca no tendría efecto inmediato sobre el periodista, aunque sí le impediría entrar en territorio de la Unión Europa, incluida Euskal Herria.

La juez Ptaszek indicó que no hay evidencias de que la citación haya sido entregada a González, a quien se refirió por su nombre ruso, Pavel Rubtsov.

Junto a ello, la jueza polaca señaló que al haber sido ya «acusado de un crimen», González «debe comparece al menos en una audiencia, escuchar el acta de acusación y declarar si admite o no los hechos, además de proporcionar las explicaciones que se consideren pertinentes».

El escenario dibujado por la jueza Ptaszek se antoja altamente improbable. Lo más previsible es que González no acuda en ningún caso a Varsovia y que la Justicia polaca continúe con el proceso juzgándolo en rebeldía.