NOV. 27 2025 Un golpe de Estado en Guinea-Bissau agrava la inestabilidad regional en el Sahel Un soldado, cerca del Palacio Presidencial. (Patrick MEINHARDT | AFP) GARA BISSAU {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} El Ejército de Guinea Bissau confirmó ayer el golpe de Estado y el derrocamiento del presidente, Umaro Sissoco Embaló, en medio de las tensiones por las elecciones generales celebradas del domingo, un proceso que ha declarado como «suspendido», poco después de que el mandatario denunciara que había sido detenido por militares en su oficina en el Palacio Presidencial. El portavoz del Ejército, Dinis N'Tchama, indicó en un mensaje a la ciudadanía retransmitido por la cadena de televisión pública, Televisão da Guiné-Bissau (TGB), que la asonada busca «restaurar la seguridad nacional y el orden público», antes de afirmar que la nueva junta «asume todos los poderes del Estado». El comunicado de N'Tchama llegó después de que varios vídeos publicados en redes sociales mostraran tiro- teos en la capital, Bissau, sin que al cierre de esta edición se informara sobre víctimas. EL SAHEL, SACUDIDO Este nuevo golpe de Estado se suma a los tres anteriores -Mali, Burkina Faso y Niger- que consolidaron la expulsión de Francia de la región. Por si fuera poco, y al igual que en los países vecinos, será una Junta Militar la que, en principio, tome el control. La región vive una sacudida en la que los antiguos Gobiernos están siendo derrocados y los nuevos no terminan de consolidar su poder en el territorio que dicen gobernar.