NOV. 27 2025 AHORA ME VES 3 Vuelve la magia, pero el guion hace escapismo Gaizka IZAGIRRE HERNANI {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Ruben Fleischer desembarca en la saga con la soltura del que sabe pilotar un transatlántico sin preocuparse demasiado por el oleaje, aunque no logre evitar que el barco haga algún que otro bandazo. La película mantiene el fulgor visual y la vocación de parque temático de sus antecesoras, pero se queda a medio camino: la narración juega al escondite constantemente con el espectador. El arranque de la películapromete más de lo que finalmente entrega: un prólogo explosivo que actúa como señuelo perfecto para encadenar después una colección de secuencias vistosas, que lucen estupendamente por separado. Ahora bien, el problema surge cuando toca ensamblarlas: le falta cohesión, pegamento, parece construida a cachos. La película avanza a saltos, como un mago que improvisa porque ha olvidado la mitad del número. Y luego está el guion -firmado, atención, por cuatro personas-, que además de mostrar una evidente desarticulación interna, administra el humor con tal desigualdad que la película transita entre chispazos de ingenio y escenas que invitan a mirar hacia otro lado. Aun así, la cinta se mantiene a flote gracias a un ritmo que no concede tregua. No se hace pesada porque jamás se detiene a respirar, como si temiera que un segundo de pausa revelara su estructura endeble. En eso Fleischer demuestra ser tremendamente eficaz. Al final, lo que queda es un producto que no pretende engañar a nadie: entretenimiento rápido, de digestión inmediata, que no aspira a trascender y ni siquiera a durar más allá del trayecto del cine a la calle.