DEC. 02 2025 Honduras marca el enésimo giro a la derecha en América Latina Los comicios presidenciales del domingo en Honduras afianzan el giro hacia la derecha que América Latina está viviendo en las últimas contiendas electorales. La candidata de izquierda ha quedado relegada al tercer lugar, por detrás de los derechistas Nasry Asfura y Salvador Nasralla, que anoche seguían en empate técnico. Combo de imágenes de Salvador Nasralla y Nasry Asfura mostrando sus dedos manchados de tinta tras emitir su voto el domingo. (AFP) GARA TEGUCIGALPA {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Honduras viró a la derecha en las elecciones presidenciales del domingo, en las que el lento recuento reflejaba una dura pugna entre el empresario Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional (PN), respaldado por el presidente de EEUU, Donald Trump, y el presentador de televisión Salvador Nasralla, del Partido Liberal (PL), admirador del mandatario argentino, Javier Milei, y del salvadoreño Nayib Bukele. Asfura, exalcalde de Tegucigalpa, superaba por poco a Nasralla, tras el escrutinio del 57% de los votos, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Se repartían el 39,91% y el 39,89%, apenas 515 votos de diferencia. Ante este empate técnico, el CNE decidió suspender el sistema de Transmisión de Datos Preliminares (TREP), que ya había sido criticado por su escasa fiabilidad y su manejo por tres empresas privadas. La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, pidió a la población «guardar calma, tener paciencia y esperar» que termine el recuento de actas y el escrutinio general. Asfura aseguró que los datos de su partido «son distintos a los que están saliendo en pantalla» porque contaba con actas reales. Frente al empate, la abogada Rixi Moncada, candidada del Partido Libertad y Refundación (Libre) de la presidenta, Xiomara Castro, quedaba en un alejado tercer lugar, con apenas el 20%. A ello contribuyó la injerencia amenzante de Trump, que no duda en condicionar la ayuda estadounidense a su afinidad con los líderes de los países en América Latina. El viernes irrumpió en la campaña al instar a los electores a votar por Asfura. «Si él no gana las elecciones, EEUU no malgastará su dinero», escribió en su red social. «Tito y yo podemos trabajar juntos para combatir a los narcocomunistas y brindar la ayuda necesaria al pueblo hondureño», añadió quien al día siguiente, en otra injerencia y en contradicción contra su supuesta guerra contra el tráfico de drogas, adelantó que indultará al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en EEUU a 45 años de cárcel. Según la Justicia estadounidense, que le consideró culpable de ayudar a transportar cientos de toneladas de cocaína a ese país, Hernández, quien gobernó de 2014 a 2022 bajo el partido de Asfura, transformó Honduras en un narcoestado. Trump afirmó que «no podía trabajar» con Moncada -que denunció la injerencia- «y los comunistas» y opinó que Nasralla «no es un aliado confiable para la libertad». Castro llegó a la Presidencia en 2022, más de una década después del golpe de Estado contra su esposo, Manuel Zelaya. Asfura se postula por segunda vez tras perder contra Castro en 2021, y Nasralla lo hace por tercera vez. El Partido Liberal lleva 16 años sin llegar al poder, por lo que la victoria de Nasralla se podría tornar como un logro partidista, después de que el candidato derechista se adhiera a esa resquebrajada formación al renunciar el año pasado como vicepresidente de Castro por choques internos. El Partido Nacional solo lleva una legislatura sin gobernar, tras la salida de Hernández, aunque acumuló un des- gaste durante sus tres mandatos (2010-2022) por denuncias de corrupción y vinculaciones con redes de narcotráfico. En Honduras, los políticos tienen mala reputación. «No hacen nada por los pobres; los ricos se enriquecen cada día más y los pobres se empobrecen cada día más; solo nos gobiernan ladrones», declaró a AFP Henry Hernández, de 53 años. MIEDOAsfura y Nasralla -que anoche (hora de Euskal Herria) denunció fraude en el escrutinio- recurrieron en campaña a la baza del miedo, agitando el temor de que mantener a la izquierda en el poder sumiría al país en una profunda crisis.