DEC. 04 2025 REAL SOCIEDAD A tercera ronda tras superar al Reus sin alardes y con la ley del mínimo esfuerzo Los donostiarras abrieron el marcador nada más comenzar la segunda parte en una jugada de Barrenetxea y Sadiq que culminó Goti, y el nigeriano sentenció de penalti en el descuento. Entre medias pudo llegar el empate en un disparo al palo. Con el tiempo reglamentario cumplido, Sadiq anotó el segundo gol de la Real desde el punto de penalti. (AGENCIA LOF) Imanol INTZIARTE {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Con los deberes hechos. Sin alardes, ni mucho menos. A la Real le bastó con generar tres ocasiones para anotar dos y dejar en la cuneta a un Reus de 2ª RFEF que cae con la cabeza muy alta. Se trataba de repartir minutos y pasar a la tercera ronda de la Copa sin sufrir, y eso se consiguió, aunque lo corto del resultado -el 0-2 llegó en el alargue- ponía ese punto de incertidumbre. Lo del espectáculo queda para otros escenarios. Con Caleta-Car fuera de la convocatoria por la mañana debido a «un virus intestinal», Sergio Francisco se decantó por una mezcolanza de jugadores más habituales -Aihen, Sergio Gómez, Jon Martín, Marín y últimamente Zakharyan-; otros con pocos minutos como Turrientes, Odriozola, Goti o el meta Marrero; y dos potrillos como Luken Beitia y Gorka Carrera. Nueve de los once nombres con pasado, o presente, en el filial. El de Irun optó por una defensa con tres centrales, incrustándose Aihen junto a Beitia y Martín, con Sergio Gómez y Odriozola como carrileros. Como cabía esperar, el conjunto catalán salió como un tiro, provocando un córner nada más sacar de centro que se saldó con un remate alto. Ya se sabe que en este tipo de eliminatorias, los equipos de categoría inferior tratan de equilibrar la balanza a base de entusiasmo e impulsados por su público. Al menos mientras les dure la energía. EQUILIBRIO SIN OCASIONES Los donostiarras no tuvieron excesivos problemas en poner la brida al ímpetu local, y el choque discurría en un equilibrio sin ocasiones ante las porterías de Marrero y Dani Parra. La Real trataba de poner balones largos a la espalda de la línea defensiva del Reus, pero faltaba precisión en un terreno de juego que desde la distancia parecía irregular. Tuvieron que pasar 35 minutos para vivir la primera ocasión, con una internada de Marín por la derecha hasta la línea de fondo. Su centro raso y hacia atrás lo remató a bocajarro Carrera, pero se topó con un Parra muy bien colocado. El Reus replicó en otro córner, pero Andy, obstaculizado por Marín, no pudo precisar. Parecía que el partido se quitaba las legañas, con el público local coreando el tradicional «sí se puede». Fue un espejismo. La Real no pasaba apuros, pero necesitaba subir alguna marcha más en la segunda mitad si quería hacer daño. Sergio tenía en el banquillo materia prima para ello. Dicho y hecho, a la vuelta de los vestuarios Aritz Elustondo, Barrenetxea y Sadiq entraron por Beitia, Sergio Gómez y Zakharyan. Con ello los blanquiazules pasaban a jugar con dos puntas. COMO ANTE EL NEGREIRA Poco tardaron en hacerse notar los cambios. Barrene desbordó a su par para centrar con la zurda al segundo palo, donde Sadiq hizo valer su estatura para poner el balón en el área pequeña, y ahí apareció Goti para estrenar el marcador (0-1, m.49). Un tanto similar, en la forma y en los protagonistas -pase de la muerte del nigeriano para que fusilara el vizcaino-, al primero de la eliminatoria contra el Negreira gallego. Aunque entonces la asistencia fue con el pie. Con ventaja en el marcador, Sergio Francisco retiró a Carrera para dar entrada a Gorrotxategi, con los consiguientes ajustes en el dibujo. El Reus quería, pero lo cierto es que no lograba asustar a una Real conformista. A falta de 15 minutos para el final se marchaba Odriozola para ceder su lugar a Guedes como carrilero derecho. Ya se sabe que los 1-0 los carga el diablo, y solo el poste impidió que el Reus empatara el choque con un durísimo disparo lejano de Pol Fernández (m.80). Con el tiempo cumplido llegó la sentencia de los txuri-urdines. Sadiq forzó una pena máxima -de forma similar al que provocó ante el Elche- y él mismo se encargó de transformarlo (0-2, m.92). El nigeriano lo necesitaba como el comer. EN GRANADA Sadiq no marcaba con la camiseta de la Real desde el 9 de marzo del año pasado, cuando cabeceó a la red un centro de Brais en el campo del Granada. El tanto supuso el empate a uno, y el partido finalizó con victoria blanquiazul (2-3).