El Eibar aprovecha la oportunidad de regalarse un pequeño alivio

Le ha venido de perlas la Copa al Eibar, al menos si no hay facturas físicas que pagar el domingo. Y es que los armeros se juegan la vida en Liga tras caer a puestos de descenso, pero por lo menos podrán recibir a la Cultural Leonesa con otro ánimo, al haber roto su mala racha con un triunfo rotundo ante el Pontevedra que le planta en dieciseisavos de final del torneo del K.O.

Con premio añadido, en principio, porque se esperan suficientes rivales de Primera -entre los que se cuentan ya los cuatro «Supercoperos»- en el bombo como para al equipo azulgrana le toque ejercer de local y recibir a un rival con tirón. Otra cosa es como se las arregle para gestionar los esfuerzos con otra jornada intersemanal en quince días.

El de ayer fue considerable, tanto por la batalla que plantó el Pontevedra como por la intensa lluvia que cayó durante todo el encuentro y que se dejó notar en un césped muy pesado. Alguno de los que se dio la paliza repetirá el domingo aunque Beñat San José realizó prácticamente todos los cambios que le permitía la plantilla, incluyendo la presencia bajo palos de Luis López que, de momento, solo ha tenido minutos en Copa.

Y que tuvo trabajo. Porque al Eibar se le notó que milita en una categoría superior a la de su rival, pero el Pontevedra apretó. A ratos lo hizo con bastante peligro.

En la primera, tras un buen inicio azulgrana, los gallegos tuvieron derecho a mosquearse por una posible mano de Buta en el área que el árbitro no vio y la segunda amarilla que no vio Javi Martínez. Luis López tuvo que intevenir antes de que el Eibar reaccionase a los buenos minutos locales para marcar el 0-1. Magunazelaia recuperó el balón y regaló el gol a Martón.

Le sentó bien la ventaja al cuadro guipuzcoano, pero Edu Sousa evitó que Nolaskoain hiciera el segundo.

Llegó en la reanudación. Antes volvió a apretar el Pontevedra, sobre todo tras el cuádruple cambio de Rubén Domínguez. San José respondió con uno triple y el 0-2 llegó de inmediato. Recuperó Bautista, que acababa de entrar, asistió Magunazelaia y remató Corpas, que llevaba cuatro minutos sobre el césped.

El propio Magunazelaia sentenció en la recta final.